El Real Madrid y Fran Rivera separaron sus caminos hace escasos días a través de una rescisión de contrato unilateral, después de que el jugador nacido en Barbate no lograse hacerse un hueco en los planes de Raúl González Blanco. En la misma línea y ya como agente libre, con libertad total y absoluta para seleccionar nuevo destino, el polivalente centrocampista español contó con sendas ofertas, todas ellas llegadas desde Segunda B, decantándose, finalmente, por la propuesta del Real Unión Club Irún, conjunto vasco que destaca gracias a su mezcla de juventud y experiencia, fórmula que acerca el éxito al Stadium Gal, feudo irundarra. Según ha apuntado a través de Twitter la entidad guipuzcoana, la operación se ha acordado de cara al próximo curso. 

Asimismo, Fran Rivera se convirtió en el último fichaje del Real Unión, la última pieza del rompecabezas de Alberto Iturralde. Atendiendo a las características que presenta el jugador formado en La Fábrica, el volante gaditano dispone de una versatilidad que le permite rendir con creces en cualquier demarcación del centro del campo, además de en el extremo, con movilidad suficiente como para contribuir a la correcta creación del juego. Igualmente y pese a su polivalencia, se encuentra cómodo como interior, escoltado por un mediocentro de corte defensivo que le permita sumarse al ataque en la siempre peligrosa segunda línea. 

En la actualidad y después de no haber dispuesto de la participación esperada en Las Rozas CF, el futbolista de 19 años emprende nuevos retos y horizontes en las filas del Real Unión Club Irún, equipo en el que coincidirá con Moha Ramos, guardameta cedido por el Real Madrid que también buscará reencontrarse con su mejor versión en Guipúzcoa. Además, gozará de un protagonismo superlativo al tratarse un jugador diferencial con el esférico pegado al pie; sobremanera, la calidad que atesora invita al optimismo más absoluto.