Se intentó con ganas en el debut contra el F.C Barcelona. De hecho, por un momento se celebró en la Ciudad Real Madrid un tanto que, segundos después, fue anulado por la colegiada. Achacó la anulación a una falta cometida sobre la barcelonista Sandra Paños. Kosovare Asllani, autora del que habría sido el primer gol del Real Madrid Femenino en su debut, no pudo estrenarse entonces. Esa era una espinita clavada que la sueca tenía ganas de sacarse. No ha tenido que esperar mucho para hacerlo: una semana es lo que ha pasado hasta que lo ha conseguido. 

Primer gol madridista con Asllani como protagonista

Quién abriría la cuenta goleadora del Real Madrid Femenino era una incógnita que se esperaba resolver cuanto antes. Contra las actuales campeonas de la Liga Iberdrola no pudo ser, y eso que lo intentaron de principio a fin. Asumieron las consecuencias y dejaron claro que habían llegado con ganas de seguir mejorando día a día. 

Esperaron la llegada de la segunda jornada con ganas. Esta, contra el Valencia Féminassuponía un encuentro importante para uno y otro equipo. Las dirigidas por David Aznar llegaron al Antonio Puchades (Valencia) con los objetivos claros. Así saltaron al terreno de juego, y así se vio en los primeros minutos del encuentro, que fueron dominados por las madridistas. De hecho, el primer tanto visitante, el primero en la historia del recién estrenado equipo, llegó en el minuto 22 de encuentro a manos de Kosovare Asllani. La sueca aprovechó el centro de Kenti Robles y abrió el marcador. La alegría no duró demasiado, pues dos minutos después llegó el empate con Cristina Cubedo como protagonista. 

El resto del encuentro transcurrió con una sensación por ambas partes de que no se estaba haciendo todo lo posible por conseguir la victoria. Al comienzo de la segunda mitad Sofia Jakobsson marcó un tanto que fue anulado por fuera de juego, y cerca estuvo Asllani de repetir la acción que había situado al Real Madrid por delante anteriormente. Pero no pudo ser. 

El encuentro terminó con reparto de puntos, pero con buenas sensaciones para el Real Madrid, que ya saboreaba la sensación de marcar y de saber que, al menos un punto, se iba a la capital con ellas.