El Fútbol Club Barcelona logró frente al Valencia Basket su segunda victoria de la temporada en la Euroliga. Los azulgrana, ya con Saras Jasikevicius al pie del cañón tras superar el coronavirus, supieron reponerse de la derrota encajada frente al Zenit de San Petesburgo, y sobre todo, de la baja de una de sus mejores armas, como es el montenegrino Nikola Mirotic, ausente en la Fonteta tras anunciarse su positivo en Covid-19. El buen trabajo colectivo y la alta intensidad brindada durante todo el encuentro permitió al conjunto culé irse de una de las pistas más complicadas del campeonato con un resultado (66 a 71) más que positivo.

Funcionó mejor el bloque culé en labores defensivas que en un discreto ataque, donde solo logró sobresalir Ronald Smits, que con 15 puntos suplió con creces la función anotadora de Mirotic. En la pintura, los de Jasikevicius supieron frenar el poderío de un Bojan Dubljevic que lideró a los suyos con 13 puntos y 8 rebotes a su favor. El conjunto taronja se asentó mejor desde el inicio, y los de Ponsarnau tomaron ventaja desde el primer cuarto. Sin embargo, la eclosión de Smits permitió al Barcelona acercarse al marcador antes del descanso, al que se llegó con un 35 a 33 favorable al combinado local.

Ya en la segunda mitad, el Barcelona se creció en funciones defensivas y dejó al Valencia en un parcial de 9 a 21. Los de Ponsarnau estuvieron especialmente desacertados en el tiro exterior, anotando tan solo 8 triples de 26 intentos generados. A partir de ahí, el conjunto de Saras Jasikevicius tiró de oficio para aguantar el marcador y llegar sin apuros al tramo final del choque. Nick Calathes y Alex Abrines lideraron un parcial de 0 a 11 tras el descanso, y que dinamitó las esperanzas valencianistas. Finalmente, sólo Derrick Williams pudo acercar al conjunto local a la victoria, pero fue el orgullo y el oficio culé el que imperó en todo momento sobre el parquet de la Fonteta.