Volvía España al escenario en el que hace ocho años consiguió su tercera Eurocopa pero la noche no terminó de la misma forma. Un solitario gol de Tsygankov ha hecho que la Selección no sume tres puntos más para seguir a la cabeza de la clasificación y seguir distanciándose de los demás equipos nacionales. Aun así, el grupo de Luis Enrique logra mantenerse como líder en solitario pero con solo un punto de diferencia respecto al segundo clasificado. Era el primer partido en mucho tiempo en el que España jugaba con públicos en las gradas y eso se notó desde el minuto cero. La afición local se hizo notar con ánimos a los suyos y era una sensación extraña, enmarcada en la situación que vive todo el planeta.

Ya con el pitido inicial, la Selección Española saltó con muchas ganas al terreno de juego pretendiendo y consiguiendo la posesión el balón. Y con esas ganas de los españoles. Los primeros avisos de peligro no se hicieron esperar. La primera ocasión llegó con Adama Traoré que, por primera vez, gozaba de la titularidad con la absoluta. Dos cabalgadas desde su banda con mucha fuerza e intención, pusieron el miedo en los ucranianos.

Con ese mismo dominio, España siguió en los minutos posteriores y, tampoco se olvidaba de buscar el gol. Así, a los 15 minutos pudieron estrenar el marcador. Primero Ansu Fati con un disparo que se marchó demasiado alto y luego Pau Torres que, a la salida de un saque de esquina, rozó el primer palo de la portería rival. Sergio Ramos, también quiso probar suerte con un libre directo que, milagrosamente, consiguió sacar Bushchan cuando ya se cantaba gol.

La intención del gol en España no cesaba. Mikel Merino desde lejos, Canales viniendo desde atrás, Rodrigo dentro del área… pero no llegaba, se hacía de rogar. Por su parte, Ucrania no estaba muy activa en el ataque y la poca presencia que tenía, era resuelta por los defensas españoles o por De Gea.

Al comienzo de la segunda parte, la historia cambió porque los locales sufrieron un giro radical. El equipo ucraniano salió muy renovado y con otro aire que reflejó con dos peligrosos acercamientos a los que reaccionaron la defensa española. Para poner más carne en el asador, Luis Enrique colocó a Oyarzabal, Ferrán y Dani Ceballos, pero el gol tampoco hacia acto de presencia. Lo intentaban desde la banda con Adama pero no conseguían romper el muro de la defensa ucraniana. A los 30 minutos, Rodri lo intentó desde la frontal pero acabó en la pista de atletismo.

Bushcham se convertía en la estrella del partido gracias a la selección que no paraba de llegar a su portería. Adama rozó el gol pero que terminó fuera. Después, Reguilón. Más tarde, Oyarzabal y por último Ferrán, pero sin premio. Con La Roja ya volcada en la delantera, sucedió lo más inesperado. Ucrania estrenaba el marcador. Yarmolenko recogió el balón en el mediocampo y sirvió, con velocidad, a Tsygankov para que dejase a De Gea sin poder hacer nada en el mano a mano. Con esta situación, a los de Luis Enrique les tocaba rehacerse y mostrar todavía más de lo que ya habían hecho en los minutos anteriores. En definitiva, un esfuerzo extra si no querían irse de Kiev con una derrota y sin tres puntos muy importantes.

Llegando al final de los 90 minutos, Dani Olmo pudo hacer el primer gol de España, y el empate en el marcador por medio de un cabezazo. Y también la tuvo Sergio Ramos, en los instantes finales rematando uno de los múltiples centros de Adama desde la derecha, pero que se fue alto.

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