Antes de emprender la que sería su primera aventura fuera de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, Marc Cucurella apenas había debutado con el primer equipo del Fútbol Club Barcelona. Fue en verano de 2018 cuando tras completar la gira de pretemporada con el club azulgrana después de haber disputado 54 partidos con el filial, se fue en busca de minutos a Ipurúa, donde de la mano de Jose Luis Mendilibar logró hacerse un hueco entre los nombres de moda del fútbol español con el SD Eibar. Desde entonces, el ahora reconvertido como carrilero zurdo, ha resultado ser una de las piezas claves de otro de los conjuntos modestos pero emergentes del panorama liguero, como es el Getafe de José Bordalás, en el que se afincó la pasada campaña.

Marc Cucurella dió el salto con el Barça B de la mano de García Pimienta. FOTO: Noelia Déniz
Marc Cucurella dió el salto con el Barça B de la mano de García Pimienta. FOTO: Noelia Déniz

El técnico alicantino ha logrado dar con la tecla para hacer de Cucurella un jugador incombustible a la vez que impredecible por la banda en la que estaba llamado a suceder a Jordi Alba en Can Barça. El sábado, el natal de Alella recibirá sin miramientos a algunos de los que habían sido sus compañeros, y que desde el pasado verano se han convertido en rivales. Y es que tras un período de pruebas en el que no sólo tuvo el visto bueno de Bordalás, sinó de buena parte de los eruditos del balompié. "Cucu" es a día de hoy jugador azulón con todas las garantías, después de que la entidad que preside Ángel Torres abonara al Barcelona una cantidad cercana a los 10 millones de euros.

Son muchos los símiles que, entre otros, equiparan al del Maresme con uno de los emblemas de la historia del Fútbol Club Barcelona y del fútbol español, como es Carles Puyol. No sólo los une su exuberante pelaje, sinó también sus formas sobre el terreno de juego. Pese a tratarse de un futbolista más ofensivo que lo que fue el excapitán azulgrana, el carácter y la polivalencia que ambos comparten han hecho estrechar sus semejanzas.

No podríamos entender el 4-4-2, en el que anecdóticamente el canterano culé se ha perfilado como extremo, sin la figura de Cucurella, indispensable en el plan de juego de Bordalás que tanto ha dado que hablar en las últimas temporadas. El exblaugrana ha hecho suyo el carril zurdo tanto en ataque como en tareas defensivas, dando al Getafe esa profundidad que tanto le caracteriza. Ese carril zurdo, en el que se complementa de manera natural con el uruguayo Mathías Oliveira, será donde recaerán parte de las preocupaciones del Barcelona de Ronald Koeman en su visita al Coliseum Alfonso Pérez, y en exclusiva de quien ocupe la derecha culé. La versatilidad y la resistencia de Cucurella llevará a Sergiño Dest o a Sergi Roberto a mantenerse especialmente cautos en las fases de transición del conjunto madrileño.