El Villarreal lleva tiempo estando entre los mejores de España, quitando algún año como el que bajó a segunda o la temporada en la que estuvo a punto de volver a hacerlo. Se ha movido muy bien en los mercados de fichajes y ha sabido hacer un buen proyecto deportivo con vistas a seguir consiguiendo objetivos más ambiciosos

Con la llegada de Unai Emery se ha visto que el equipo es muy versátil y que el vasco no tiene problema en cambiar los esquemas de juego. Aunque su inicio de temporada no haya sido muy bueno, está demostrado que los equipos de Emery mejoran cuando se inician el resto de competiciones y se ve a un bloque más compacto y organizado. En la rueda de prensa dijo que llegaba a Villarreal para llevar al club hasta lo más alto y que intentaría transmitir a la plantilla una mentalidad exigente y ganadora

El club groguet ha sido uno de los que mejor ha aprovechado este extraño mercado de fichajes. Ha sabido dar salida a piezas que han dejado hueco a las nuevas incorporaciones, así como suplir las bajas importantes que dejaron jugadores como Cazorla. Los principales fichajes han sido los de Daniel Parejo, que ha llegado libre del Valencia y que ha solucionado el problema en el centro del campo; el de Pervis Estupiñán, que ha dejado el Watford por 16,4 millones de euros; Francis Coquelin, que también llega desde Valencia, por 6,5 millones y los préstamos de Takefusa Kubo por el Real Madrid y de Juan Foyth por el Tottenham. 

Las salidas más destacadas han sido las de Bruno González, que se ha retirado; la de Cazorla, que jugará en el Al-Sadd; la de Toko Ekambi, que se ha marchado por 11,5 millones al Olympique de Lyon; Enes Ünal, que ha salido por 9 millones de euros al Getafe de Bordalás; Álvaro González que también jugará en la Ligue 1 con el Marsella por 4 millones y la cesión de Javi Ontiveros por 650 mil euros al Huesca. 

Pese a la buena planificación, el inicio de liga ha sido un poco irregular. De cinco partidos ha ganado dos, ha empatado otros dos y ha perdido uno. Como se ha dicho antes, Unai Emery no es un técnico al que le cueste cambiar los esquemas y así lo ha demostrado en estos encuentros. En los tres primeros jugó con un 4-4-2 con doble pivote y sólo hizo dos cambios en el once inicial, uno en la segunda jornada al cambiar a Peña por Gaspar y en la tercera a Estupiñán por Pedraza. Tras encajar cuatro goles en el Camp Nou el técnico vasco dio la vuelta a la pizarra y en los dos últimos partidos antes del parón de selecciones salió con un 4-1-4-1 que repitió en ambas jornadas.