Tras cuatro jornadas sin perder pero yendo muy justo, el Real Madrid enfrentaba a un Cádiz recién ascendido que se coloca colíder tras un gran inicio de temporada. Zidane sacó una alineación atípica, con Nacho en el lateral derecho ante las bajas de Carvajal y Odriozola, Marcelo en la izquierda, Isco en la mediapunta, y Vinicius y Lucas Vázquez en las bandas.

El choque inició con un Cádiz aplastante, que sumó varias ocasiones en los primeros minutos de partido, que obligaron a Courtois a parar e incluso a Ramos a sacar un balón que se colaba en la portería. Pese a un par de intentos de Benzema y Lucas Vázquez desde lejos, que no tuvieron peligro, los visitantes tuvieron hasta cuatro ocasiones claras de gol antes de que el Choco Lozano pusiera, como se veía venir, el 0-1 en el marcador. El Real Madrid, mal en la salida de balón y despistado en los contraataques rivales, lo pagó caro.

El gol en contra no hizo despertar al conjunto local, que siguió concediendo ocasiones y sin claridad en ataque, con tiros lejanos y sin peligro. La más clara, un remate de Varane en un saque de esquina que se marchaba rozando el poste.

En el descanso, Zinedine Zidane hizo cuatro cambios, sacando a Casemiro, Valverde y Asensio para fortalecer el centro del campo y atacar mejor. Además, Militao tuvo que sustituir a Ramos, lesionado en un choque contra el goleador cadista, que también se retiró en el descanso.

La segunda parte estaba llamada a ser dominada por el Real Madrid, pero no le sobraron ocasiones. La tuvo Vinicius de cabeza, la más clara para el conjunto local hasta el momento, tras una salida en falsa del portero. Más allá de eso, el Cádiz siguió mostrándose firme en defensa y aprovechando los huecos para atacar al Madrid.

Entró Jovic a unos 15 minutos del final, y lo intentó como pudo, pero sin fortuna. El árbitro anuló un gol al serbio por fuera de juego de Benzema al asistirle. Poco después, sería el francés el que se llevó las manos a la cabeza con un disparo al travesaño.

Con posesiones poco efectivas, poca solidez defensiva y sin capacidad de crear peligro en ataque, el Real Madrid de Zidane perdió de manera merecida y dando una imagen triste y de desesperanza para el resto de la temporada. Por si fuera poco, tendrá que enfrentar al Shakhtar en Champions League entre semana y al Fútbol Club Barcelona el fin de semana que viene, una prueba de fuego.

Por su parte, el Cádiz suma ya 10 puntos, colocándose colíder y con muy buenas impresiones para ser un recién ascendido. Recibirá al Villarreal en la próxima jornada.