En el partido del pasado sábado, en la dura derrota del Real Madrid ante un recién ascendido Cádiz, Sergio Ramos tuvo que ser sustituido por Militao en el descanso por un choque fortuito con el Choco Lozano, en el que este último también tuvo que retirarse.

Una breve exploración durante el partido indicó que parecía únicamente un golpe en la rodilla izquierda, y el jugador pudo ver la segunda parte del partido desde la grada, con hielo en la rodilla que bajase la inflamación. Con más tranquilidad, ya se descartó que pudiera ser una lesión grave, y debería llegar sin problema al duelo ante el Fútbol Club Barcelona el sábado que viene en el Camp Nou. Este choque es de vital importancia para el equipo blanco, que necesita recuperar buenas sensaciones ante su máximo rival tras la dura derrota en casa ante el equipo cadista. El Barça tampoco atraviesa un buen momento de forma, viene de perder en Getafe y el enfrentamiento del sábado también será muy importante para el conjunto de Koeman.

Sin embargo, y para no correr ningún riesgo, puede que Ramos no juegue el miércoles el partido de Champions contra el Shakhtar. Sobre el papel, es el rival más flojo del grupo, y la ausencia del capitán no debería ser determinante para el equipo, que debería empezar esta edición de la Champions League con buen pie tras haber caído en octavos de final dos años seguidos.

Sergio no se entrenó con sus compañeros este domingo, y se espera que tampoco lo haga mañana, ya que la prioridad es recuperarse lo antes posible, sin forzar para llegar al partido del miércoles y que pueda estar al 100% el fin de semana sin más contratiempos. En este caso, a Mariano, Hazard, Carvajal y Odriozola se les sumaría Ramos como baja para el encuentro de Champions.