El Sevilla FC no consiguió puntuar el pasado sábado contra el Granada CF en un partido que tuvo acontecimientos que marcaron el devenir del resultado. Pese a que el conjunto de Nervión llegaba al encuentro con la autoestima por las nubes, no logró nada positivo ante un rival que se ha hecho un hueco importante en el fútbol español.

Lopetegui comenzaba con un once lleno de novedades con el que buscaba dar descanso a los internacionales y oxigenar al equipo antes del inicio de la Champions League

En el once titular del técnico vasco se apreciaban cambios obligados como la entrada de Sergi Gómez como acompañante de Diego Carlos en el centro de la zaga, debido al positivo en Covid-19 de Jules Koundé, que se produjo con la selección francesa sub-21.

En el lateral izquierdo, se colaba Sergio Escudero -lesionado en el minuto quince- por delante de Acuña, el vallisoletano, que la pasada temporada no contó con la confianza del entrenador, parece este año más consolidado en el puesto. 

Y arriba, dos novedades importantes, la inclusión de Munir en detrimento de Ocampos, y la suplencia de de Jong a favor del canterano Carlos Fernández, que volvía a la que había sido su casa durante la temporada 2019-2020

A decir verdad, la primera parte tuvo de todo menos goles, ocasiones en ambas áreas en las que ninguno de los dos conjuntos fue capaz de poner la puntilla. El conjunto hispalense se mostraba seguro en defensa como de costumbre, aunque los granadinos eran una máquina perfectamente engrasada durante los primeros veinte minutos.

Pocas fueron las ocasiones que tuvieron los de Nervión, tan solo un testarazo antes del minuto quince de Joan Jordán, uno de los protagonistas del partido. 

La expulsión, clave

El punto culminante del encuentro se dio en el minuto 47, donde el árbitro expulsaba a Jordán con la segunda tarjeta amarilla por una agresión a Montoro sin balón de por medio. El centrocampista dejaba al Sevilla con uno menos al borde del descanso tras haber recibido dos amonestaciones en menos de un minuto. 

En la segunda parte, Julen Lopetegui intentó reaccionar llevando a cabo dos cambios y dotando al equipo de velocidad y jerarquía en la parte ofensiva, ya que incorporó a Lucas Ocampos y Luuk de Jong, sustituyendo a Carlos Fdez. y al gaditano Suso.

La reacción no tardó en llegar y Munir estrelló un balón en la madera en el minuto 49, tras una buena asistencia del argentino Ocampos.

El equipo de Diego Martínez movió el banquillo y buscó agitar un encuentro donde el Sevilla prefirió esperar atrás cerrando espacios y buscar la contra, con la fe de encontrar una oportunidad que los adelantara en el marcador. 

El Granada seguía empujando con fuerza gracias en parte a la  incorporación de Machís, que le sirvió un gol en bandeja a Antonio Puertas donde Bono demostró porque sigue teniendo un puesto de titular en la portería de Nervión.

Una de las zonas que mantenían al campeón de la Europa League de pie era la pareja formada en el centro del campo por Rakitic y Fernando, en especial el brasileño, que a pesar de su edad sigue desplegándose físicamente a un nivel brutal

Pero fue a menos de diez minutos para el final cuando el Granada se aprovechó del cansancio de los de Lopetegui, que dejaron que Foulquier pusiera un centro medido a Yangel Herrera donde nada pudo hacer el portero marroquí. 

El Sevilla, ya muy mermado, intentó el empate a base de casta y coraje, pero no fue suficiente para crearle peligro a un equipo nazarí que sabía muy bien a lo que jugaba. Ahora, los del técnico de Asteasu deberán resetear y poner la mente en el martes, donde viajarán a Londres para competirle de tú a tú a un renovado Chelsea.