El Barça de Saras Jasikevicius pagó caro el desgaste intersemanal de la Euroliga y se fue de vacío de una de las pistas más complicadas de la Liga Endesa, como es el Buesa Arena de Vitoria. Los azulgrana, irreconocibles a pesar de las bajas de Nikola Mirotic y Víctor Claver, se vinieron abajo ante un conjunto muy superior en lo que a intensidad y físico se refiere, algo que desesperó al técnico lituano durante todo el encuentro, y que se vio reflejado en el resultado final de 82 a 71.

Calathes lidera una reacción tardía

La derrota culé comenzó a vislumbrarse ya en los primeros compases del encuentro, con un claro balance de 12  a 0 favorable a los de Dusko Ivanovic nada más comenzar el partido, lo que llevó a Jasikevicius a tomar nota, pero que apenas supo reconducir. Giedriatis (19 puntos), Polonara (16) y Dragic lideraron a la escuadra local de principio a fin y pusieron contra las cuerdas en todo momento a un debilitado conjunto culé, que sólo encontró en Alex Abrines y Thomas Heurtel motivos para la esperanza. Fue Calathes, sin embargo, el que lideró la tardía reacción que llevó a recortar hasta el 23 a 20 el resultado del primer cuarto. La recuperación barcelonista se vió recompensada con una ligera ventaja para la segunda mitad, que daría comienzo con un 39 a 40 a favor de los visitantes.

Aún así, el segundo tiempo arrancó como el primero, y fue el Baskonia el que logró asentarse en el partido y hacer suyo el marcador. Algunas acciones individuales de Thomas Heurtel fueron casi el único argumento visitante ante un rival que a pesar de la carga de partidos se impuso en lo físico y lo moral  y supo controlar el partido para lograr diferencias de hasta 15 puntos. Con la falta de acierto, el Barça se desmoronó y se despidió del partido, especialmente en defensa, donde los de Jasikevicius dejaron más dudas, para terminar sin argumentos y dejar una mejorable imagen en una de las pistas más complicadas del torneo de la regularidad.