Han pasado poco más de dos meses desde la última noche trágica del Barcelona en Europa, cuando el Bayern de Múnich dejó sin argumentos a los azulgranas con un 8-2 en el marcador. Un resultado histórico que iba a suponer un antes y un después en la Ciudad Condal.

Se marchó Setién y más de un peso pesado del vestuario, como Luis Suárez, pero Bartomeu seguía creyendo que el equipo era capaz de revertir la situación. Ahora, con Koeman en el banquillo y caras nuevas de puertas para adentro, los azulgranas han vuelto al Camp Nou, aún vacío, para volver a escuchar sonar el himno de la UEFA Champions League.

El debut oficial ha sido para recibir al Ferencváros, el campeón de la Liga de Hungría y, a priori, el rival más débil del grupo que encabeza la Juventus. Y el técnico holandés ha aprovechado para refrescar la alineación, situando a Pjanic en el centro del campo y a Trincao en el extremo derecho, dando descanso a Busquets y Griezmann respectivamente.

Necesidad de volver a reinventarse

El encuentro ha arrancado con un claro dominio de los locales, que querían abrir el marcador cuanto antes. Messi lo ha intentado a balón parado desde fuera del área, aunque pocos milímetros le han faltado para sentenciar el primero.

Volver a ganar: necesidad imperial

Antes de los diez minutos, el Ferencváros ha dado la sorpresa de la noche. Tomac Nguen ha recibido de espaldas en la línea de tres cuartos y, ganándole la espalda a Piqué, ha marcado el primero de la noche, aunque el colegiado ha anulado la acción por fuera de juego. Segundos después el capitán azulgrana volvía a amenazar de falta directa, pero la esférica ha salido por encima del travesaño de Dibusz.

La más clara ha llegado de la combinación rápida entre Messi y Ansu Fati. El argentino ha rematado ajustado a la madera, haciendo lucir al guardameta en una mano impredecible mientras el canterano, que intentaba aprovechar la segunda oportunidad, no ha encontrado la portería en su camino.

Messi dice 'basta'

A los veinte minutos minutos Civic se ha ganado la primera amonestación del partido por una falta lateral sobre Trincao. Sorprendiendo con la jugada ensayada, Messi ha asistido a Coutinho para rematar a portería, que ha tenido muy cerca el poder abrir la lata pronto. El capitán ha decidido que ya había pasado tiempo suficiente de entrenamiento y, tras deshacerse de tres jugadores, ha caído dentro del área forzando el penal a favor del Barcelona, que ha transformado segundos después.

Messi abre el marcador de Champions League | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Messi abre el marcador de Champions League | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

El Ferencváros, reticente de no poder igualar el marcador, ha aumentado la temperatura e intensidad del juego, con faltas reiteradas e incluso ganándose amonestaciones. La banda derecha ha vuelto a ser protagonista del ataque azulgrana, con Dibusz volviendo a brillar al detener el disparo de Trincao dentro del área.

Antes del descanso los de Koeman dejaban más sentenciado el marcador, con la diana de Ansu Fati al recibir la asistencia en profundidad de Frenkie De Jong. Sin tiempo para más, ambos equipos se han marchado a vestuarios.

Piqué se queda sin viajar a Turín

En la segunda mitad el más activo ha empezado siendo Trincao, que ha buscado de manera reiterada el gol como premio al trabajo hecho. Pero la suerte no ha estado de su lado, sino de Coutinho, que ha hecho buena la triangulación entre Messi, Asnu Fati y el brasileño. Pensando en el siguiente encuentro de Liga Santander, que traerá a casa el primer clásico de la temporada ante el Real Madrid, el entrenador azulgrana ha realizado un triple cambio cerca del minuto 60, sentando en el banquillo a Ansu Fati, Trincao y Sergi Roberto para hacer entrar a Pedri, Dembélé y Junior.

Goleada y líderes de grupo

Pero la noche no iba a ser placentera para los catalanes y antes del minuto 70 el Ferencváros ha hecho el primero desde el punto de penal, debido a la roja directa mostrada a Gerard Piqué tras agarrarse con Nguen, algo que no ha gustado al central azulgrana, que se perderá el próximo encuentro ante la Juventus. Rápidamente Koeman ha movido el banquillo haciendo entrar a Araujo en sustitución de un sacrificado Coutinho.

Los húngaros han intentado dar un paso al frente, con varias acciones consecutivas cerca de Neto. El técnico culé ha agotado los cambios con el recambio de Pjanic por Sergio Busquets. A pocos minutos para el final Pedri ha firmado una gran jugada individual de Dembélé por la banda derecha, haciendo el cuarto de la noche pese a jugar con un hombre menos. El marcador lo ha cerrado esta vez el francés, aprovechando un regalo de Messi desde dentro del área, para firmar el 5-1 definitivo que vale el primer puesto del grupo para el Barcelona.