Ver a Iker Casillas y a Vicente del Bosque reunidos recuerda a aquella época en la que la selección española de fútbol lo ganó todo, con el entrenador salmantino en el banquillo y el portero de Móstoles bajo los palos. Para El País, han hablado de un gran abanico de temas, entre los que estaban la suplencia de Iker para la Eurocopa de 2016 y en el Real Madrid

La transición: de Iker a De Gea

"Una decisión absolutamente deportiva. Acertada o no. Fue duro para ti, para mí y para todos", contestaba Del Bosque a la pregunta de la suplencia de Iker para la competición internacional con la selección. Una decisión que ni entonces ni ahora es plato de buen gusto para el portero; no solo por el hecho en sí mismo, sino por la manera de hacerlo: "Sí, todos somos iguales, pero creo que me había ganado el respeto como para que perdiera cinco minutos conmigo". El de Móstoles siempre había sido titular indiscutible, "el tío que más internacionalidades lleva, el capitán", y de repente "llego a la charla y me entero de que no juego. Pues me sienta mal, de verdad".

A pesar de ese cambio en el once de Del Bosque, es innegable la histórica carrera futbolística de Iker. "Desde que empecé sabía que iba a llegar al primer equipo y sabía que iba a conseguir grandes cosas", admitía durante la entrevista. Eso sí, una carrera no exenta de etapas complicadas. A su suplencia con la selección se añadía también la suplencia en el Real Madrid que por aquel entonces regentaba Mourinho

Los Clásicos de 2011 y la selección

Si hay una época marcada por la tensión en el mundo del fútbol español, esa podría ser la temporada 2010/11. La rivalidad entre el Real Madrid y el F.C Barcelona llegó a un nivel extremo. "No estábamos preparados para aquellos cuatro partidos en tan poco espacio de tiempo. Nos jugábamos mucho", decía Casillas. Se llegó a unir el fútbol con la política, y "si ganaba el Barcelona era como si Cataluña estuviera por encima de Madrid".

Esto, sin quererlo, llegó hasta el vestuario de la selección, compartido por jugadores de uno y otro club. "Nosotros no tuvimos la culpa, pero llevamos el conflicto hasta la selección", admitía el portero. Además, el ambiente era diferente,  "Veíamos que la relación no era la misma".

Fueron unos momentos de cambios y diferencias que, por suerte, se fueron apaciguando con el paso del tiempo.