El conjunto hispalense no logró hacerse con nada positivo ante la SD Eibar en un partido rocoso que no dejó a los de Nervión desempeñar su juego habitual. A todos sorprende que a un equipo tan bien armado como el de Lopetegui, se le escapen seis puntos en una semana en competición local. Y más aún sin hacer ni un solo gol en dos partidos, ya que Monchi había logrado confeccionar una plantilla con gran cantidad de variantes para dotar al equipo de versatilidad y equilibrio en ambas áreas. 

Y lo cierto es que los hispalenses no supieron adaptarse al tipo de juego que requería el partido ante los vascos, que llevan años poniendo en situaciones complicadas a todos los equipos de Laliga.

Lopetegui se veía obligado a rotar -circunstancia que tendrá que llevar a cabo mientras siga vivo en las tres competiciones- para oxigenar al equipo después de haber disputado un choque trepidante en Champions League el pasado martes en Londres ante el Chelsea.

En el once titular del técnico vasco se apreciaban cambios cuanto menos llamativos,  como la entrada de Vaclik -que volvía a disputar un encuentro 14 partidos después de su lesión- y la suplencia del marroquí Bono

En defensa, el técnico seguía apostando por Sergi Gómez -Koundé aún no está disponible-, y quizás lo más peculiar era la suplencia de Fernando, pieza clave en el centro del campo sevillista y jugador que dota al equipo de equilibrio defensivo y físico. 

En la punta de lanza, Julen apostó por En-Nesyri, Óscar y Munir, tripleta inédita en el Pizjuán que a priori ilusionaba a los andaluces, pero que con el paso de los minutos el único que conseguía  crear peligro era Munir. 

En la primera parte se encuentra a un Sevilla plano, sin ideas e incapaz de hilar una buena ocasión ante el Éibar en 45 minutos. 

Además, el equipo armero hirió cuando más duele a los de Nervión, cuatro minutos antes del descanso tras una gran jugada asociativa entre Bryan -jugador cedido por el equipo local- y Diop, que filtró un gran pase a Kike García a  espaldas de Diego Carlos, donde el delantero no perdona y pone el 0-1. -marcador que sería definitivo- .

La segunda parte fue otra cosa, el agitador de partidos Ocampos sustituyó a Sergi Gómez, y Lopetegui hacia una declaración de intenciones clara y manifiesta, quería llevarse el partido.

La reacción no tardó en llegar, el Sevilla hilaba una gran ocasión que fue desperdiciada por En-Nesyri, tras una galopada de Munir que le servía el gol en bandeja a su compatriota. El gol parecía más cerca que nunca. 

Munir era el único que creaba peligro y el Eibar lo sabía, ya que el marroquí consiguió en menos de cinco minutos engatillar un centro y un disparo que metía el miedo en el cuerpo a los de Mendilibar.

El  fulgurante inicio de los sevillistas al principio de la segunda mitad se fue diluyendo y el partido se convirtió de nuevo en previsible y poco sorprendente. 

Lopetegui decidió mover el banquillo en el minuto setenta con un doble cambio, se marchaban Óscar y el desacertado En-Nesyri, y entraban el canterano Carlos Fdez. y el gaditano Suso.

Mendilibar intentó contrarrestar los cambios sevillistas con la entrada de Sergi Enrich (Min. 61) y Exposito (Min. 73)  respectivamente. 

El Sevilla creaba peligro por medio de Jesús Navas, que, como no, era un puñal por la banda derecha, donde el de Los Palacios le servía un gran centro a Carlos Fernández que atrapó sin demasiados problemas Dmitrovic.

Lopetegui intentaba buscar soluciones y llevó a cabo otro doble cambio para conseguir un arreón final que al menos le permitiera cosechar un punto. Para ello, ingresaron en el terreno de juego Franco Vázquez y de Jong, en detrimento de Rakitic y Munir.

Jesús Navas seguía poniendo en aprietos al conjunto norteño, y era uno de los principales argumentos del partido, incansable. Forzaba ocasiones y saques de esquina, y el Sevilla FC ejercía una presión sobre los armeros que  ponía en aprietos a los últimos, pero asumía riesgos que a punto estuvieron de convertirse en el 0-2 tras el centro de Inui.

Bryan era sustituido en el minuto 85 por Pedro León, y es que Pozo y Bryan volvían al Sánchez-Pizjuán habiendo cuajado un gran partido con la esperanza de tener un hueco en la próxima plantilla convenciendo a Julen Lopetegui.

El partido agonizaba y el Sevilla era incapaz de hincarle el diente al Éibar. Pero la ocasión más clara del partido para el conjunto andaluz se produjo en el tiempo de descuento, donde Ocampos en el minuto 93 recibió un balón prolongado por Carlos Fernández tras la salida de un córner que mandó fuera estando totalmente solo. Segundos después el árbitro Hernández-Hernández decretó el final del partido con derrota sevillista

Ahora, los de Lopetegui deberán hacer bueno el miércoles el punto cosechado ante el Chelsea FC en Champions League, e intentar sumar sumar de tres en tres en ambas competiciones.