A Josep Maria Bartomeu se le estaba acabando el tiempo. Con escaso tiempo de reacción ante la moción de censura que a finales de agosto presentaban los precandidatos a las elecciones de la junta directiva, convocadas para el mes de marzo, Jordi Farré, Víctor Font y Lluís Fernández-Alà, que, a su vez, contaban con el apoyo de hasta ocho grupos de opinión, y con la negativa de la Generalitat a aplazar las votaciones de la moción de censura, fijadas por el club para los días 1 y 2 de noviembre, y pese a la petición de la directiva "por cuestiones sanitarias", el presidente del Fútbol Club Barcelona convocaba una reunión extraordinaria, celebrada en la tarde de este martes. A ella, algunos de los asistentes asistían de forma presencial y otros lo hacían de forma telemática.

La presión iba más allá de las más de 16.521 firmas obtenidas en el voto de censura, donde los precandidatos obtuvieron luz verde para que se viera obligado a dar un paso al lado. Bien es cierto que la casi salida de Leo Messi de la entidad azulgrana aportó lo suyo y caldeó el ambiente de incertidumbre vivido tras la derrota obtenida ante el Bayern de Múnich en los cuartos de final de la pasada edición de la máxima competición continental. De hecho y, quizás, ese fuese un aliciente más para que Josep Maria Bartomeu se viera obligado a dar un paso al lado. Una vez alcanzada y superada la cifra estipulada, el siguiente paso era que la mesa convocara un referéndum en el que el socio, con derecho a voto, aprobara o no la moción. Si se conseguía un 66,6% de las adhesiones, la junta dimitía automáticamente. Pero la verdadera traba sería la presencialidad de una votación que, finalmente, no ha llegado. Según marcaban los estatutos del club y para cumplir los mismos, el referéndum estaba fijado para que se celebrase entre los días 1 y 2 de noviembre, pero, primero, para que ello fuese factible, tenía que convocarse antes de las 00:00 de este martes.

Por contra, la junta directiva azulgrana proponía otras fechas con tal de aplazar su letargo institucional. La otra opción era que la consulta se celebrara los días 14 y 15 de noviembre, ya que se consideraba que, en la actual situación de pandemia sanitaria, no era factible movilizar a la masa social para llevar a cabo una votación. Lo que menos se esperaba era la negativa de la Generalitat de Catalunya, que, junto al PROCICAT, anunciaba en la mañana de este martes que la votación se podría llevar a cabo con total seguridad, haciendo cambiar de opinión a un Josep Maria Bartomeu con el tiempo a contracorriente, muchos quebraderos de cabeza y que, hasta el día de ayer, no se planteaba dejar el cargo.

Ha sido a partir de esta misma tarde cuando la junta directiva, con escasos apoyos institucionales, ha decidido dar un paso al lado. De esta forma, todos sus miembros han dimitido, dejando el club en manos de una comisión gestora que, presidida por Carles Tusquets, convocará elecciones en un plazo máximo de tres meses y el nuevo presidente podrá empezar su mandato en enero de 2021.

¿Quién ocupará el sillón de Bartomeu?

La dimisión de Bartomeu inicia entonces un proceso que concluirá con la elección de un nuevo presidente. Lo buscado por esos aficionados que, tras la última humillación en Europa, comenzaron a darle voz a la moción de censura emprendida por Jordi Farré, Víctor Font y Lluís Fernández-Alà. Por ahora, una junta gestora se hará cargo provisionalmente del club, aunque no podrá tomar decisiones de trascendencia. Esa comisión será la encargada de convocar unas nuevas elecciones que deberán celebrarse entre 40 y 90 días.

A la hora de hablar sobre los candidatos que ya habían anunciado su presencia en los comicios del próximo mes de marzo, hay que destacar que deberán acelerar para poder llegar a tiempo y con garantías al día que se escoja. De momento, son varios los socios del Fútbol Club Barcelona que aspiran a suceder a Josep Maria Bartomeu, aunque el que salga escogido deberá asumir el resultado de la actual temporada. Según parece, el mejor colocado es Víctor Font. El empresario de Granollers parte como favorito con un proyecto en el que su gran baza es Xavi Hernández, del que tiene su visto bueno para ser el próximo entrenador. Precisamente, unas de sus declaraciones sobre el que fuese capitán del conjunto azulgrana trajeron cola, ya que se aventuró a decir que apostaría por él sí o sí antes de que Ronald Koeman firmara como técnico del primer equipo tras la destitución de Quique Setién y sin contar con los posibles buenos resultados que pueda tener el holandés al frente del equipo. "Aunque Koeman gane el triplete, no seguirá si gano las elecciones porque Xavi es mi candidato para el banquillo", soltó este verano en unas sorprendentes declaraciones que le reportaron críticas.

Por otro lado, está Jordi Farré, promotor de la moción. Después de que se presentara en 2015 y de que no lograra las firmas necesarias para convertirse en candidato, ha ganado popularidad al ser el promotor de la moción de censura que ha acabado con Josep Maria Bartomeu. Jordi Farré es ingeniero y socio fundador de Kenned Group, una empresa especializada en la externacionalización de servicios logísticos e industriales y ha asegurado que, si llega a ser el elegido, no le temblará el pulso a la hora de regenerar el primer equipo.

Otros de los nombres que hay en la mesa son el de Lluís Fernández-Alà, el de Toni Freixa, socio de Joan Laporta, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, el de Agustí Benedito, que tiene su última oportunidad después de que presentara en 2017 una moción de censura que no alcanzó los apoyos necesarios para que se celebrase y los de Emili Rousaud y Jordi Roche, aunque no se han pronunciado directamente.

Las últimas declaraciones de Josep Maria Bartomeu

A continuación, incorporamos las declaraciones realizadas por Josep Maria Bartomeu en la rueda de prensa convocada para la tarde de este mismo martes.

Buenas noches. Comparezco para comunicar mi dimisión y la del resto de la junta directiva. Es una decisión meditada por todos. Esta mañana, he recibido la respuesta de la Generalitat y su respuesta es clara: el Govern de la Generalitat reitera que no hay impedimentos jurídicos para celebrar el voto de censura. Esto quiere decir que exigen que la votación sea descentralizada. No hacen ninguna mención a nuestra propuesta de tener 15 días de margen para poder garantizar las medidas de seguridad necesarias.

Por ello, les pedíamos cobertura legal. Han decidido no dar lo mismo que han pedido. Han optado por lavarse las manos en una situación que les resulta incómoda. Este mediodía, se convocó una reunión de la mesa del voto de censura. Tanto los impulsores de la moción y el presidente de la mesa se han opuesto al cambio de fechas y han asegurado que emprenderían acciones legales contra la junta directiva.

Algunas decisiones a parte de incomprensibles, me parecen irresponsables. Es un calificativo fuerte, pero es lo que pienso. En un momento en el que la Generalitat está tomando decisiones e insinuando el confinamiento del fin de semana ante el riesgo de colapsar el sistema sanitario. Vemos versiones contradictorias. En este momento, no encuentro otro calificativo que "irresponsable". Como junta directiva, tenemos que actuar con responsabilidad. Teníamos que garantizar la salud de todos. No queríamos estar en la tesitura de poner en riesgo la salud. Sabemos que dejamos el club en manos de una gestora, que en estos momentos de pandemia, no sabemos si podrá convocar elecciones. La voluntad de la junta no ha sido nunca la de perpetuarse en el club. Tras la eliminación de Champions, lo fácil era dimitir, pero teníamos que garantizar el futuro del club en medio de una crisis mundial sin precedentes. No podíamos dejar el club en manos de una gestora. ¿Quién hubiera fichado a un técnico o a jugadores, asegurado la continuidad de Messi o adecuado los salarios? Como junta, teníamos la obligación de hacerlo.