Un 4 de noviembre de 2019 y tras la debacle de un Fran Escribá que no supo sacar lo mejor de la plantilla, Óscar García se hacía frente del cargo de entrenador del Celta de Vigo. Llegó como un predicador de un juego que en Balaídos había gradado en los últimos años, el fútbol de toque, el “Cruyffismo”, la posesión… en definitiva, ese “fútbol de salón” que le gusta cantar a la grada celtiña.

Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, y el modelo de juego tampoco. La temporada pasada, quizá acusando el parón por la pandemia, el equipo se salvó en la última jornada más por demérito del Leganés que por mérito del Celta. Cambios, en el dibujo, falta de gol, fallos defensivos… en conclusión, la cabeza de Óscar comenzaba a estar en entredicho.

6 victorias en un año

Tras sus primeros 365 días, el Celta de los García Junyent ha vencido a Sevilla, Villarreal, Real Sociedad, Leganés, Alavés y Valencia. 6 victorias en 34 partidos oficiales disputados, un dato letal para el catalán. El resto de los encuentros se saldaron con 16 empates y 12 derrotas. Esto da 1,08 puntos por partido como promedio.

Óscar García antes de un partido. | Foto: RC Celta.
Óscar García antes de un partido. | Foto: RC Celta.

El dibujo y la falta de gol

Si algo conocemos de Óscar es su variedad de esquemas en sus alineaciones. Le hemos visto sacar 5-2-3, 5-3-2, 4-4-2, 4-3-3… pero la gran mayoría acabaron con el mismo resultado: racanería de cara a puerta. Los datos son demoledores, 36 goles en 34 partidos. A esta estadística puede salvarla el 6-0 que los vigueses le endosaron al Deportivo Alavés. De esos 36, 16 los anotó Iago Aspas, repartiéndose los otros 20 entre Santi Mina, Rafinha, Smolov, Nolito, Pione Sisto y Carreira.

Esta temporada la cosa parece ir a peor, ya que el dato es de poco más de 0,6 goles por encuentro, con 5 de Aspas y 1 de Sergio Carreira en 8 partidos.

La mejoría en los goles encajados, ¿una realidad?

Óscar en un entrenamiento. | Foto: RC Celta.
Óscar en un entrenamiento. | Foto: RC Celta.

El Celta de Óscar García ha dejado la portería a cero en diez ocasiones, o lo que es lo mismo, ha recibido al menos un gol en 24 de los 34 partidos. Una estadística que podría ser más abultada de no ser por las paradas milagrosas que caracterizaron a Rubén Blanco en los últimos meses.

En lo que va de Liga 20/21, al RC Celta le han marcado 14 goles en estas primeras 8 jornadas, o lo que es lo mismo, 1,75 goles por partido.

Un ambiente turbio con algunos jugadores, personal y afición

El entrenador del Celta de Vigo ha sido protagonista en numerosas ocasiones por sus declaraciones, decisiones o polémicas que ha mantenido con ciertas partes del club. El último y, quizás, el más sonado, ha sido el tema Hugo Mallo. Óscar le ha retirado el brazalete de capitán al de Mos, con lo que conlleva eliminar de ese status, rendimiento a parte, a un jugador con casi 400 partidos con el equipo a sus espaldas.

Además, conocemos otros conflictos acaecidos, particularmente con Pape Cheikh por su comportamiento fuera del verde y con Pione Sisto, cuando el danés no comprendía las razones para no gozar de todos los minutos que le hubiesen gustado. También con el club, principalmente con la dirección técnica, una relación que ha ido a peor tras un mercado de fichajes en el que se prometieron 7-8 fichajes y acabaron incorporándose 3 jugadores para el equipo.

A día de hoy, un sector de la afición ya no cree en el proyecto de Óscar García Junyent. Como se vio reflejado en nuestra encuesta, el 74,9% de nuestros votantes habrían cesado al entrenador tras el partido contrala Real Sociedad y un 5,2% lo haría tras el partido contra el Elche.

La meritocracia y la apuesta por la cantera, su mejor virtud

Si algo ha dejado claro el técnico de Sabadell es la supremacía de la meritocracia por encima de ningún otro factor a la hora de presentar su XI. Durante estos 365 días, a Óscar no le ha temblado el pulso para sentar a jugadores como Santi Mina, Okay Yokuslu, Denis Suárez, Hugo Mallo o demás futbolistas de renombre. Además, ha hecho debutar con el primer equipo a Jacobo, José Fontán, Gabri Veiga, Sergio Carreira y Miguel Rodríguez procedentes del Celta B.

A día de hoy parece que el técnico está más en entredicho que nunca, después de un año de altos y bajos en Vigo. Y tú, ¿cómo valoras el primer año de Óscar García Junyent al frente del banquillo del Celta?