Arandina y Bupolsa se enfrentarán en la cuarta jornada de liga del Grupo VIII de Tercera División. El derbi burgalés se repetirá por tercera vez en este año, y llega en un momento difícil para ambos conjuntos. Los dos equipos llegan con el marcador a cero, y a pesar de tener partidos aplazados, los objetivos marcados para cada uno de ellos, les obliga a sumar cuanto antes.

El partido se disputará con público, que deberá cumplir con el protocolo establecido por la Arandina. El Montecillo acogerá un partido con mucho nivel e ilusión. Los dos proyectos han cambiado la mayoría de sus mimbres en este verano, pero el objetivo marcado para ambos sigue siendo el mismo que la temporada pasada.

Los blanquiazules llegan al partido con la baja de Samu Martínez. El centrocampista se resintió de su hombro, y no estará disponible. Sin embargo, si podrán contar con Thabang Maponya, que se incorporó de forma oficial en esta semana para cubrir la baja de Juan Moreno. Diego Pérez y Lucas Nebreda han continuado en la dinámica del primer equipo, por lo que es probable que entren en convocatoria. El CD Bupolsa no podrá contar con Adrián y Bruju por lesión.

 

UNA ARANDINA CON SED DE VENGANZA


Los blanquiazules disputarán su segunda jornada, tras un duro confinamiento y un aún más complicado resultado en Miranda de Ebro (3-0). La plantilla arandina afronta con mucha ilusión su debut liguero en El Montecillo, y con unas ganas enormes por revertir la difícil situación. El equipo se enfrentará a un rival ya conocido en la pretemporada, y el objetivo de pelear por el ascenso es prioritario.

Lejos de venirse abajo, los de Álex Izquierdo ya se han puesto manos a la obra, y el ritmo competitivo se está recuperando con el paso de los entrenamientos. El equipo tiene nivel más que de sobra para afrontar el complicado momento, y jugadores como Edgar, Mozo o Barbero serán piezas angulares para destacar en el campeonato.

El tropiezo en Miranda debe quedar en un revés causado por las semanas anteriores, y la afición está ansiosa por ver al equipo lograr la primera victoria de la liga. Todo el organigrama está convencido de que se remontará y olvidará la derrota anterior.

 

BUPOLSA CON NECESIDAD DE SUMAR


El equipo de Jairo de la Riva ha tenido un inicio liguero de lo más complicado. El arranque de la competición le emparejó con dos de los rivales más difíciles de la categoría. En la primera jornada dejó una muy buena imagen frente al Real Ávila, pero cayó en los minutos finales (1-0). Posteriormente vivió un confinamiento por contacto con positivo en Covid, por lo que se aplazó su encuentro frente al Burgos Promesas. Finalmente, el fin de semana pasado, cayó por 3-0 en casa de otro de los favoritos, la Gimnástica Segoviana.

El equipo blanquinegro llega a Aranda con la necesidad de estrenar el casillero. De nuevo se enfrentará a otro de los favoritos del grupo, por lo que se presentará con todo por ganar. Los burgaleses han demostrado ser un equipo correoso y con un buen nivel tanto defensivo como ofensivo. A pesar de las dos derrotas, las sensaciones han sido muy positivas.

Entre los jugadores más destacados, cabe resaltar a Joao Dias (defensa), Miguel Casado (medio), Bruju (medio) o Isma Zeballos (delantero). Este año han lavado la cara prácticamente a todo el equipo, por lo que se ha construido una plantilla totalmente nueva. Además, cuenta con numerosos exjugadores de la Arandina como Átomo, Sergio Sanz, Bruju o Zamora.

 

UN DERBI TRIPLICADO


Por tercera vez desde el arranque de la temporada 2020/2021, el derbi burgalés se repetirá en tierras arandinas. Ambos conjuntos llegan en un momento complicado y el choque tendrá el aliciente de remontar el vuelo. Las buenas relaciones entre Arandina y Bupolsa, hacen de un partido tan importante, algo mucho más amistoso. El duelo entre los conjuntos se repetirá hasta en cuatro ocasiones (como mínimo), y en tres escenarios diferentes: amistoso, Copa RFEF y Tercera División.

El primer duelo se dio en pretemporada, cuando ribereños y burgaleses firmaron las tablas (0-0). Fue un partido muy disputado, y con ocasiones para los dos equipos. Sirvió para ir cogiendo ritmo competitivo, y para ir planificando el partido que se repetiría ese mismo fin de semana en Copa RFEF.

El partido de Copa RFEF fue el pistoletazo de salida de competición oficial para los dos equipos. Se volvió a ver de nuevo mucho tanteo, pero se pudo observar el dominio arandino. El nivel del partido fue superior, y se vio una mejora notable en el rendimiento a nivel colectivo de los clubes. El partido culminó con una justa victoria de los blanquiazules (2-1).