Curtido en mil batallas y considerado como uno de los mejores laterales izquierdos que han portado la elástica blanca en sus 118 años de historia, el futbolista brasileño se encuentra viviendo sus últimos bailes, dejando entrever su pérdida de automatismos defensivos y su incapacidad de recuperar su mejor versión, la misma que maravilló en un sinnúmero de ocasiones a los aficionados presentes en el Estadio Santiago Bernabéu. En la misma línea y atendiendo a lo acaecido durante el mercado de fichajes estival, el traspaso de Sergio Reguilón al Tottenham Hotspur Football Club generó convulsión y polémica, dando por acabado el periplo de Marcelo en la disciplina del Real Madrid y pidiendo, consecuentemente, el regreso de uno de los canteranos más prolíficos de los últimos años. 

Marcelo, historia viva del vigente campeón de Liga | Fuente: Rodri J. Torrellas, VAVEL España
Marcelo, historia viva del vigente campeón de Liga | Fuente: Rodri J. Torrellas, VAVEL España

Con unas cualidades reseñables, Marcelo aterrizó en el fútbol español con la siempre complicada tarea de labrarse un futuro en una competición doméstica compleja y exigente; sin embargo, su adaptación fue rápida e invitó al optimismo más absoluto a una hinchada blanca que veía en él al sucesor de Roberto Carlos, uno de los de siempre, de los que se recuerdan con anhelo y cariño. En su mejor versión y en el pico de su superlativo nivel, el futbolista internacional por Brasil se hizo amo y señor del costado izquierdo del conjunto vikingo, sobreponiéndose a las adversidades y demostrando sus atributos en escenarios imponentes que se redujeron a la nada más absoluta, diluidas ante sus virtudes y excelsas capacidades. 

Una retirada a tiempo, siempre una victoria

Después de liderar y encabezar gestas inimaginables, de reflejar y defender los valores de una institución de la magnitud del Real Madrid de forma inmejorable y de portar el brazalete de capitán con honor y garra, el tiempo de Marcelo en la capital española parece llegar a su fin. Cuestionado a consecuencia de su paupérrimo nivel durante sus últimos encuentros con el cuadro merengue, el zaguero carioca se encuentra a años luz de lo que fue. Lejos de su mejor nivel, las críticas llegadas desde la parroquia madridista empañan y opacan su importancia y relevancia en las últimas efermérides blancas, relegando al brasileño al ostracismo futbolístico más absoluto. 

De cara al futuro más inmediato y con Ferland Mendy con una ventaja abismal en lo que a la titularidad se refiere, Marcelo deberá sopesar diferentes cuestiones que instan a una retrospección exhausta y precisa que determine qué camino escoger: poner fin a una trayectoria magnífica, dejando una huella imborrable, o, subsidiariamente, continuar opacando su figura a base de rendimiento escaso, pobre y previsible. Tras catorce años defendiendo los colores -y valores- del Real Madrid, el carrilero carioca parece haberse quedado sin fuelle; al mismo tiempo, su aventura en la institución merengue parece haber llegado a su fin.