"Mai ningú els podrà tòrcer". Es la frase que podría definir a la perfección la condición de intratable que el Fútbol Club Barcelona de Lluís Cortés ha ido adquiriendo con el paso de las jornadas y de las distintas competiciones, en las que ha ido al alza.

Con una lección de unidad y habiéndose mantenido fiel a su estilo desde el principio, el vigente campeón de la Primera Iberdrola parece no tener rival en una competición marcada por la incertidumbre que está generando el COVID-19. Incertidumbre porque está obligando a echar el freno, siendo algo que no está pasando en la máxima categoría del fútbol masculino español. De hecho, las azulgranas han sufrido en primera persona las consecuencias de las escasas garantías sanitarias que rodean a la competición, afectando esto al rodaje de una plantilla que, hasta ahora, ha venido marcando diferencias, al igual que lo hizo en la pasada campaña.

Con dos partidos menos disputados, teniendo en cuenta que la pasada semana se conoció la decisión de aplazar los duelos que el equipo de Lluís Cortés iba a haber disputado ante el Levante Unión Deportiva de María Pry y ante el Rayo Vallecano de Carlos Santiso, rivales a batir e invictas en lo que va de competición, abrían las puertas del Estadi Johan Cruyff para recibir al que siempre ha sido su gran perseguidor en la lucha por el alirón, el Club Atlético de Madrid de Dani González. Las colchoneras, que llegaban líderes por la diferencia de partidos con dos puntos más, seguidas por la Unión Deportiva Granadilla Tenerife, aterrizaban en Barcelona con la mente puesta en plantarle cara a un rival que les ha quitado la hegemonía y con ansias de revancha después de que cayeran eliminadas en sus manos en los cuartos de final de la UEFA Women's Champions League, disputados en el País Vasco. De esta forma, el Clásico del fútbol femenino, existencia de la sección femenina del Real Madrid al margen, prometía una tarde de espectáculo para este miércoles pese a ser de más de atípica por la no presencia de los aficionados. El fútbol femenino volvía a extender su alfombra roja con la vuelta del partido más esperado a escena y ambos equipos no defraudaron sobre el césped.

Cata Coll, providencial para neutralizar al Atlético

El Sweet Child O' Mine que sonaba a todo trapo desde la megafonía del Johan Cruyff ya prometía una pelea muy disputada por tres puntos más que providenciales. No faltó el recuerdo a Virginia Torrecilla con una camiseta en la que las capitanas de cada equipo le rendían homenaje tras haber sido operada de un tumor cerebral. Así pues, el himno del Fútbol Club Barcelona daba paso a un duelo de alto voltaje, en el que, tanto Laia Codina como Sandra Paños tuvieron que animar desde casa. La guardameta alicantina, que pasaba a estar aislada como consecuencia de haber estado en contacto estrecho con una persona positiva en COVID-19, delegaba la responsabilidad en Cata Coll, que empezó siendo providencial para las azulgranas en los primeros compases del partido. Las jugadoras rojiblancas, dirigidas por Dani González, saltaban al césped del feudo culé con empuje y haciéndose con las primeras posesiones ofensivas, ante las que las de Lluís Cortés, comandadas por Caroline Graham, comenzaron a advertir de cara a portería, aunque sin la fortuna que no llegó hasta el minuto 30 de partido. La delantera noruega, que centró para Jennifer Hermoso desde el flanco derecho pudo contribuir a abrir un marcador que, de no haber sido por la guardameta azulgrana, bien podría haber sido abierto por el conjunto colchonero después de que Olatz Rivera pitara penalti a favor de las visitantes, aunque sin éxito para una Toni Duggan demasiado previsible, que ejecutó a la izquierda de la portera balear, bastante solvente de cara a mantener el empate.

A raíz del penalti, el Fútbol Club Barcelona se mostró resistente tomando las riendas del partido. De hecho, a punto estuvo de marcar una Alexia Putellas que lideró una jugada en la que las culés encontraron el hueco perfecto para superar a la zaga defensiva rojiblanca e intentar batir a Pauline Peyraud-Magnin.

Finalmente, la resistencia de la guardameta lionesa fue franqueada a la media hora de partido por una Patri Guijarro que no falló a la hora de aprovechar la oportunidad que le brindaba una Hansen que le asistió en profundidad y le dejó sola en el mano a mano con la rojiblanca. Entonces, la balear recortó de derechas a la francesa y, sin apenas dejar ángulo, coló el esférico en la portería del equipo de Dani González, inferior al de Lluís Cortés, bastante efectivo a base de presión en su fase de creación.

A partir del primer gol, las azulgranas empezaron a ir a más. Jennifer Hermoso no perdonó el segundo ejecutando la pena máxima en el minuto 34, encarrilando los tres puntos y con mejores sensaciones futbolísticas. Con el 2-0 en el marcador del Johan Cruyff, las de Lluís Cortés demostraron no conformarse con el resultado y empezaron a dar rienda suelta a una voracidad temible, prorrogable en la segunda parte y con la mente puesta en recuperar el liderato perdido por falta de dos partidos disputados.

Una segunda parte de récord

Ante la ventaja de las azulgranas en el marcador, el técnico del conjunto rojiblanco, Dani González, intentó revolucionar el partido dando entrada a Emelyne Laurent, Leicy Santos y Turid Knaak, revulsivos ante el dominio in crescendo culé. Poco pudieron hacer las colchoneras en una segunda parte de criterio, pero también de récord para las de Lluís Cortés. Las azulgranas alcanzaban su récord histórico de imbatibilidad de 891 minutos y volvían a alzar la voz en la competición para seguir defendiendo título.

Con Asisat Oshoala, Kheira Hamraoui y Lieke Martens en el campo, las azulgranas se hicieron más fuertes en su faceta ofensiva pese a las incursiones de peligro protagonizadas por Deyna Castellanos y Ludmila da Silva, que avisaron en varias ocasiones a Cata Coll bajo palos, aunque sin suerte.

De esta forma, azulgranas y rojiblancas terminaron protagonizando un duelo de ida y vuelta en el Johan Cruyff. El coraje y el orgullo de las colchoneras y la solvencia azulgrana pusieron la emoción que faltó en las gradas dentro de un partido sentenciado por Lieke Martens, en el que el Fútbol Club Barcelona volvió a reivindicarse, ya invicto en los últimos ocho partidos disputados contra su rival más perseguidor en la lucha por el título de la Primera Iberdrola, con un balance de cuatro victorias y cuatro empates.

Ficha técnica

Fútbol Club Barcelona: María León, Jennifer Hermoso (Asisat Oshoala, min. 63), Marta Torrejón (Vicky Losada, min. 84), Mariona Caldentey (Ana-Maria Crnogorčević, min. 84), Alexia Putellas, Patri Guijarro (Kheira Hamraoui, min. 78), Cata Coll, Aitana Bonmatí (Lieke Martens, min. 63), Leila Ouahabi, Leila Ouahabi, Caroline Graham y Andrea Pereira.

Entrenador: Lluís Cortés.

Club Atlético de Madrid: Laia Aleixaindri, Merel van Dongen, Deyna Castellanos (Elena Linari, min. 86), Ludmila da Silva, Amanda Sampedro (Emelyne Laurent, min. 71), Kylie Strom, Pauline Peyraud-Magnin, Silvia Meseguer, Jade Moore (Turid Knaak, min. 46), Toni Duggan (Leicy Santos, min. 46) y Aïssatou Tounkara.

Entrenador: Dani González.

Estadio: Estadi Johan Cruyff.

Árbitra: Olatz Rivera, del Comité de Árbitros del País Vasco.

Goles: 1-0, min. 31, Patri Guijarro. 2-0, min. 34, Jennifer Hermoso. 3-0, min. 84, Lieke Martens.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 7 de la Primera Iberdrola 2020/21.