Koke vuelve a ser el que era. El capitán rojiblanco se ha reencontrado en estos dos últimos meses con el nivel que le hizo asentarse en el club y convertirse en un pilar para Simeone. La marcha de Thomas y el cambio de estilo del conjunto colchonero pueden ser el origen de una mejora en su rendimiento que le ha vuelto a abrir las puertas de la Selección.

Ahora apenas se recuerda, pero hace poco más de un año, en octubre de 2019, Koke recibía, por primera vez, los pitos de la grada, tras ser sustituido en un partido de Champions frente al Bayer Leverkusen. No atravesaba su mejor momento y la hinchada rojiblanca se lo quiso hacer saber. Fueron momentos complicados para el de Vallecas, que poco después caía lesionado y se perdía  cinco partidos de liga y la final de la supercopa de España.

Volvió en febrero, con mucho que reivindicar y las miradas puestas en él, y a partir de entonces la historia ha cambiado. Hasta 23 partidos lleva sin perder el Atlético en liga, y tan solo en uno de ellos Koke no estuve presente. Ha recuperado confianza y galones, es el faro que ilumina el juego de su equipo y porta el brazalete sin el peso que en un principio le supuso.

¿A qué se debe su buen rendimiento?

Las explicaciones acerca de semejante transformación pueden ser muy variadas, pero, dejando a un lado el hecho de que las épocas malas también existen para los futbolistas de alto nivel, no es casualidad que el punto álgido en cuanto a su rendimiento lo haya alcanzado coincidiendo con el juego más ofensivo y vistoso que hemos visto desarrollar al Atlético del Cholo. El “6” rojiblanco tiene ahora mucha más libertad, y ha demostrado que cuando juega con las espaldas cubiertas, bien por Héctor Herrera en su club, o por Busquets o Rodri en la selección, su rendimiento se multiplica.

Y no solo lo ha visto Simeone, al que si algo no se le puede reprochar es la fe ciega que tiene en sus pesos pesados. Tal ha sido la evolución del canterano atlético que Luis Enrique no solo ha decidido contar con él en esta última convocatoria de selecciones, sino que le ha otorgado también la capitanía cuando Ramos no ha estado presente. Parece un “en tu mano está” por parte del asturiano al que Koke está respondiendo con fútbol y madurez.