El futbolista uruguayo, Toro Fernández, se encuentra en la rampa de salida del Real Zaragoza. El club aragonés, quiere devolver al delantero a su club de origen, el RC Celta de Vigo. El rendimiento del charrúa, ha estado muy por debajo del esperado y desde las oficinas blanquillas, se han puesto a trabajar para buscar la fórmula de devolver al futbolista a tierras gallegas.

El delantero, llegó a Zaragoza el pasado verano, cedido por el Celta de Vigo, y todavía no ha sido capaz de marcar un gol, tras disputar once encuentros, siendo titular en seis de ellos, con un total de 494 minutos disputados. El nuevo técnico, Iván Martínez, le ha dado varios toques de atención al delantero, incluso quedando fuera de la última convocatoria. Estos toques de atención, vienen propiciados, por su falta de esfuerzo e implicación, algo de lo que también se le acusaba la pasada campaña, en Vigo.

Su elevada ficha, principal impedimento

Uno de los principales problemas y motivos, es su elevada ficha. El delantero uruguayo, es una de las fichas más elevadas de la plantilla y con la masa salarial que libere, el Real Zaragoza pretende reforzar la delantera en el mercado de invierno. El contrato a préstamo que vincula la cesión de Gabriel Fernández desde el Celta, contempla que el equipo aragonés asume algo menos de la mitad de la ficha que el uruguayo percibía en el Celta, que ascendía a unos 800.000 euros. Es decir, una cantidad cercana a los 400.000 euros.

Además, en el mismo contrato de cesión, figura una clausula relativa a los minutos disputados por el jugador. Si su presencia es inferior a treinta partidos, el coste económico para el Real Zaragoza será superior. Visto su rendimiento en el actual ejercicio, lo mejor para todos será la rescisión, algo que no será sencillo.

Su paso por España, no ha sido el esperado

Gabriel Fernández, llegó a España, en verano de 2019, para reforzar al RC Celta de Vigo. El delantero uruguayo, aterrizaba en la entidad celeste para suplir a Maxi Gómez, pero nunca cumplió las expectativas. Disputó tan solo 22 partidos oficiales, siendo titular en 7 de ellos y anotó un gol, en su primera temporada en el Celta. Su bajo rendimiento, forzó su cesión al Real Zaragoza, al que llegó con la condición de fichaje estrella. Una nueva decepción, ha llevado a la entidad aragonesa, a plantearse devolver al uruguayo.