Mañana fría pero soleada en el campo 11 de la Cuidad Real Madrid, que acogía la jornada número 10 entre el Real Madrid y el Sevilla. Para las de David Aznar, uno de cinco partidos antes de terminar el año; para las de Cristian Toro, de seis. Ya desde el calentamiento se podía percibir que ni unas ni otras dejarían escapar ninguna oportunidad que se les pusiera por delante. Sin embargo, a la hora de la verdad, fue el Real Madrid quien se interpuso en los planes del Sevilla para seguir escalando puestos en la tabla, consiguiendo un 5-2 en el marcador. 

El Madrid domina y el Sevilla promete 

Tras el minuto de silencio en memoria de Diego Armando Maradona, fue Asllani quién puso en juego el balón. Se notó el hambre de gol desde primer segundo; durante los primeros minutos ni unas ni otras dejaron respirar a las rivales. Hubo varios acercamientos bastante inocentes por las dos partes, pero el punto de inflexión llegó en el minuto 6 de partido. El Real Madrid encadenó tres córners seguidos a raíz de un disparó con toda la intención de Jakobsson que fue a parar a las manos de Noelia, y de ahí por la línea de fondo. Fue tras el tercer saque de esquina que se formó el caos en la meta sevillana, momento que Kaci aprovechó para mandar el esférico al fondo de la red de Noelia. 1-0 para las madridistas en el minuto 8. 

Tras el gol hubo un poco de desconcierto por parte de las visitantes, pero pronto volvieron a ubicarse dentro del terreno de juego y probaron con cada balón que se les presentaba por el camino. Sin embargo, fue en una de esas que el Real Madrid recuperó el balón y galopó campo arriba por la banda derecha con la intención de no perdonar la oportunidad. El balón voló desde la banda para Jakobsson que, desde el borde del área pequeña, asistió Teresa Abelleira. El marcador señalaba el 2-0 en el minuto 17 para las locales. 

Lejos de rendirse, y dirigido por las instrucciones a viva voz de su técnico, Cristian Toro, el cuadro sevillano no cesó en intentarlo. Llegaron a territorio de Misa unas cuantas veces, pero sin éxito porque el Real Madrid en su totalidad hizo cuanto estuvo en sus manos por evitarlo. Pero eso no impidió al Sevilla que luchase hasta el último segundo de la primera mitad por nivelar el luminoso; de hecho, las jugadoras de Toro fueron creciéndose a medida que pasaban los minutos. Sin embargo, un Madrid muy metido en el encuentro y con las ideas claras, no permitió ese acortamiento. 

El Sevilla lucha pero el Madrid se lleva el partido

La segunda parte comenzó con cambios por parte de ambos equipos: David Aznar optó por darle descansa Ivana que fue sustituida por Marta Corredera; y Cristian Toro sentó a Carla y sacó en su lugar a Coleman. Y ya desde los primeros segundos se vio que la tónica sería la misma que la de la primera mitad: aprovechar cada balón. Comenzó dominando el Real Madrid con algún que otro acercamiento que termino en nada.

Pronto se dieron la vuelta las tornas. El Sevilla había empezado algo en la primera parte que no pudo terminar, y fue en el minuto 56 cuando el cuadro andaluz vio recompensado su esfuerzo. Después de un rato rondando la portería de Misa, Inma Gabarro centró un balón que Claudia Pina acabó mandando al fondo de la portería local. 2-1 en el marcador en el minuto 56. Aún con la emoción del primero, fue la misma Inma Gabarro la que marcó el segundo en el 63. El cuerpo técnico y el resto del banquillo sevillano lo celebró como si de una final se tratase. Y no era para menos; había remontado un partido que parecía prácticamente sentenciado. 

Pero no duró mucho la alegría. El Real Madrid parecía resignado al empate cuando en una jugada en campo sevillano Teresa Mérida marcó el tercero para el Real Madrid en propia puerta. Las de Aznar celebraron el 3-2, para incredulidad de los presentes. 10 minutos después, el cuarto. Esta vez a manos de Sofia Jakobsson, que estuvo todo el encuentro en busca del gol y por fin lo encontró. Y ya, para rematar una segunda parte un tanto complicada, el Real Madrid hizo el 5-2. Thaisa se encargó de poner el broche final a un partido que dejó a un claro ganador en el marcador, pero que estuvo, a ratos, muy igualado sobre el terreno de juego. 

 

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