El Real Betis necesitaba la victoria como el beber. El Sadar sería testigo del resurgir del Betis y de su delantero Borja que llevaba casi un año sin ver portería. En un terreno de juego un tanto complicado por la lluvia, el Betis consiguió una victoria fundamental para seguir creyendo en sus posibilidades. Tres puntos que permiten a los de Pellegrini coger aire mientras que Osasuna se tambalea en la zona baja de la tabla.

El partido comenzó con ambos equipos estudiándose. No solo al rival, si no también al terreno de juego encharcado por las lluvias en territorio navarro. Algunas zonas eran peligrosas y la circulación de balón podía jugar una mala pasada en forma de gol. Fekir arrancó las hostilidades con un latigazo desde la frontal del área que repelió Sergio Herrera en lo que fue una gran intervención del portero mirandés. La primera era para los verdiblancos, pero Osasuna despertó y empezó a coger las riendas del partido. El juego directo de los de Jagoba ponía en apuros a la zaga bética y las ocasiones ahora eran para el conjunto rojillo. Budimir en una de esas consiguió adelantar a los navarros, pero el VAR anuló el gol por posición antirreglamentaria del ariete balcánico. 

Poco a poco el orden y el miedo se apoderó de los dos equipos y el ritmo bajó considerablemente después de un arranque trepidante. Ninguno quería perder y ambos equipos se centraron en no cometer errores. La primera parte no tuvo más historia y ambos equipos se fueron al túnel de vestuarios sabiendo que necesitaban dar un pasito adelante para llevarse los tres puntos y alejar los fantasmas de la zona baja de la clasificación. Los cambios se antojaban fundamentales para revertir la situación de cara a estos últimos 45 minutos y era el momento del carrusel de cambios.

Comenzó Osasuna en la segunda mitad tocando y modificando el equipo, pero a los de Jagoba no les sentaron bien las sustituciones. Todo lo contrario a Pellegrini que todo lo que tocó lo convirtió en gol. Los cambios fueron un completo acierto del técnico chileno y el Betis dio ese paso adelante necesario en la segunda mitad para llevarse el partido. Borja entró en detrimento de Loren y en el minuto 76 tras casi un año sin ver puerta recuperó la sonrisa culminando una contra de manual que comenzó en botas Víctor Ruiz y que culminó el panda cuatro minutos después de salir al terreno de juego. Jagoba se la jugó y Osasuna comenzó a embotellar a los de Heliópolis. Los rojillos no estaban finos en tres cuartos de campo y apenas inquietaban la portería defendida por Claudio Bravo.

Los minutos pasaban y Osasuna se quedaba sin tiempo para reaccionar. La necesidad de buscar al menos el empate hizo que el Osasuna se desnudara en faceta defensiva y dejara muchos espacios atrás. El partido se le complicaba a Osasuna y el Betis todavía tendría tiempo para sentenciar. La conexión de dos hombres de refresco puso el 2-0 en el marcador. Miranda remataba un centro medido de Joaquín en el minuto 91 y sentenció un encuentro en el que el Betis sin ser muy superior al rival supo sufrir y aprovechar sus oportunidades llevándose así tres puntos valiosísimos de un campo muy complicado como El Sadar

Con esta victoria el Betis se aleja del descenso y mira a Europa. A un punto de la zona que marca el Sevilla, el Betis quiere arrebatarle la plaza al eterno rival y conseguir acercarse al ansiado objetivo europeo. En esta liga tan apretada, una victoria te coloca arriba y las derrotas te meten en el pozo. La igualdad es máxima y estos tres puntos tienen que ser un trampolín para Pellegrini y sus chicos.

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