El Sevilla ha vuelto de nuevo a Europa en la competición de las estrellas. Esta vez, se ha medido con el Stade Rennais en Roazhon Park para la sexta jornada de la UEFA Champions League. Pese a que el Sevilla no se jugaba nada, ya que ocupa la segunda posición en la clasificación y tiene ya reservado su billete a octavos, debía espantar los fantasmas que le venían atormentando desde aquella noche trágica en Nervión. Para ello, en la noche de hoy 8 de diciembre el conjunto español ha vuelto y de qué manera a competir en su estilo más tradicional. Lo más importante: ha vuelto a coger confianza y ha dejado buenas sensaciones para los sevillistas que venían de ver cómo su equipo perdía en dos encuentros consecutivos.

El cuero se puso en juego a las 21.00h tras el pitido inicial de Bartosz Frankowski. Lo hizo el conjunto de Lopetegui que comenzó débil en esta primera mitad, con severas pérdidas de balón y sufriendo las presiones arriba del equipo de Julien Stephan. En el minuto 5 llegó el primer susto para Bono tras una mala cobertura de balón por parte de Jules Koundé que pudo haberle costado el primer gol del partido a los sevillistas. El Rennais aprovechó los primeros diez minutos de esta primera parte para jugar por su banda derecha, carril por el que cabalgaría el atacante del equipo francés que tuvo, de nuevo, la ocasión perfecta para subir el marcador.

Recuperaba la posesión el Sevilla conforme iba corriendo el cronómetro, buscando la primera oportunidad y acabó instalándose en el territorio francés, donde la tuvo En-Nesyri que remató de cabeza una volea de Koundé que se marchaba por el palo izquierdo del guardameta del Rennais. Sin embargo, el Sevilla contuvo la respiración durante unos segundos después del tiro peligroso de Doku en la frontal, donde Bono tuvo que sacar una mano prodigiosa para desviar el disparo.

Apenas unos minutos más tarde, movía el marcador el equipo de Nervión con un tanto de Koundé, que describió una bonita parábola logrando que el cuero entrara en portería. El conjunto entrenado por Lopetegui volvía a sentirse cómodo en el terreno de juego y parecía que las derrotas anteriores habían sido olvidadas, todo lo contrario de lo que ocurría con su rival. El Rennais se vino abajo tras el primer gol y por la alta presión del Sevilla, que mantuvo la posesión la mayor parte del tiempo y que anotaría el segundo en el último minuto de añadido a manos de En-Nesyri.

Un Rennais ofensivo

Salió el Rennais decidido en el segundo periodo del encuentro para acortar distancias con sus visitantes, jugando el balón con criterio y creando jugadas peligrosas que tuvo que rechazar el central brasileño. Estos fueron los primeros minutos en los que el Sevilla les permitió un respiro, hasta que volvieron al ataque por la banda derecha y generando de nuevo ocasiones de peligro que no lograría finalizar el conjunto español.

El encuentro se enfrió alrededor del minuto sesenta. Los combatientes se tomaron un descanso tras la intensidad del primer tiempo y el partido se igualó hasta que así lo decidió el Rennais. Los franceses comenzaron de nuevo a presionar a los sevillistas por el costado izquierdo y conectaron un buen disparo que se paseó por delante de la portería. Comenzaba a sufrir el Sevilla que estaba siendo testigo de los mejores minutos del conjunto de Stephan en este duelo europeo.

Poco duró el esfuerzo francés que veía como se le escapaban los 3 puntos después de que En-Nesyri volviera a ser el protagonista en el tercer gol, dejando así sin opciones al equipo local. A 5 minutos del final, el colegiado pitó un penalti algo polémico en contra del Sevilla. Desde los 11 metros, Rutter inauguró la portería sevillista.

Aunque el cuadro de Lopetegui no se jugaba nada en el partido de hoy, han demostrado que el equipo se ha recompuesto tras las derrotas de la pasada semana y que los sevillistas podrán seguir durmiendo tranquilos.

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