Caprichoso el destino, que ha querido que el último partido del año para el Real Madrid Castilla sea ante el Atlético de Madrid B, el rival por antonomasia de la categoría. Un encuentro con una intrahistoria notable y con una rivalidad cíclica, que no cesa y que tampoco acaba. Los pupilos de Raúl González Blanco se desplazarán hasta tierras rojiblancas para medirse al primer filial colchonero, conjunto que, pese a no haber comenzado con buen pie, siempre exige el máximo, imprimiendo al juego un ritmo alto que no todas las escuadras son capaces de aplacar y aguantar. El primer derbi madrileño del curso, asimismo, queda fechado para las 12:00 horas de este domingo 13 de diciembre.
El Atlético de Madrid B, con un partido menos que el resto de equipos que conforman el Subgrupo A del Grupo V, marcha penúltimo, con una victoria, un empate y cuatro derrotas (4 puntos) en las seis primeras jornadas de la competición doméstica. Subsidiariamente, el primer filial blanco ocupa la quinta posición de la tabla de clasificación, con nueve puntos logrados gracias a dos victorias, tres empates y dos derrotas. En un formato renovado y enfrentándose a equipos experimentados que disponen de efectivos veteranos, el campeonato de Liga entraña una dificultad suprema que obliga a las escuadras a vaciarse sobre el terreno de juego cada fin de semana.
En líneas generales y al tratarse del último duelo del año para el Real Madrid Castilla, el desempeño y rendimiento de los discípulos del técnico de 43 años será determinante. En un escenario imponente y ante un rival de quilates y renombre, los blancos deberán ofrecer su mejor versión, buscando sumar una victoria que suponga la presentación -y consolidación- de su candidatura para luchar por los primeros puestos de la competición doméstica. Consecuentemente, el escuadrón vikingo perseguirá la premisa de continuar su buena racha, tratando de prorrogar su condición de invicto hasta los cinco partidos, tras haber sumado tres empates y una victoria en los últimos cuatro.