El Deportivo Alavés B encaró la novena jornada de la competición doméstica con confianza e ilusión, buscando escalar posiciones en la tabla de clasificación de la competición doméstica. En el bando opuesto, el CD Laredo anhelaba un nuevo triunfo que igualase las dinámicas; no obstante, todo quedó, durante el encuentro, en un espejismo absoluto. El colegiado del choque decretó el inicio del mismo y el escuadrón albiazul buscó la pelota, persiguiendo la premisa de dominar el partido desde el inicio. Subsidiariamente, el equipo cántabro replegó y se posicionó de manera sobresaliente sobre el césped de Ibaia. Asimismo, las ocasiones no tardaron en llegar, pero el gol se resistió para ambos elencos.
El partido siguió su curso y el conjunto de Vitoria-Gasteiz percutió por ambos costados en su particular búsqueda del gol. Los atacantes del Miniglorias explotaron sus virtudes, entre las que destacó la velocidad, la energía y el dinamismo; además, los centros llegados desde los costados elevaron las aspiraciones de la escuadra alavesa, que comenzó a asediar la portería del CD Laredo. En los últimos suspiros del primer acto, Alan Godoy deshizo las tablas con una diana de quilates que superó al guardameta del conjunto cántabro, decantando, al mismo tiempo, la balanza en favor de los suyos. La intensidad, igualmente, primó y se convirtió en una constante durante los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.
El Deportivo Alavés B no perdona
Con el 1-0 campeando en el electrónico, el segundo tiempo comenzó y el CD Laredo despertó, tratando de sellar las tablas y de jactarse de la inexperiencia de los jóvenes jugadores del primer filial del Deportivo Alavés. Por otro lado, los locales iniciaron la segunda parte con confianza, buscando desplegar su tan característico fútbol y elevar la ventaja de goles existente en el marcador. Los primeros minutos estuvieron marcados por las imprecisiones; sin embargo, José Sobrido materializó el 2-0 y el Miniglorias comenzó a disponer de un colchón de goles amplio y merecido.
Lidiando con la imperiosa necesidad de remontar o, al menos, de anotar un tanto que equiparase el encuentro y su devenir, el conjunto cántabro lo intentó, pero se topó con una línea defensiva sólida, rocosa y bien posicionada. Beneficiándose de un CD Laredo volcado y centrado en el ataque, el Deportivo Alavés B cumplimentó una jugada de contragolpe de ensueño con la diana de Andrei Lupu, que anotó el 3-0 y ratificó la victoria local. Pese al triunfo del Miniglorias, la nota negativa llegó con la expulsión de Ekhiotz Orobiogoikoetxea, que se perderá el próximo partido, tras ser expulsado en el último minuto del tiempo reglamentario.