Irreconocibles. Si hay un adjetivo que define el partido de los cadistas en Vigo es irreconocible. El Celta bajó de las nubes a los cadistas, quienes, al contrario que contra el Barcelona, cometieron dos errores fundamentales e inadmisibles en los esquemas de Cervera. Uno de ellos fue la resolución en ataque. Los amarillos, al contrario que los vigueses, fueron incapaces de aprovechar la variedad de jugadas que contaron. Y eso en un equipo como el Cádiz merma en demasía. El otro, y quizás el más preocupante, fue la defensa. En ningún momento se vio a un Cádiz seguro. Ni en el centro del campo, ni en defensa.

Las ideas, antes de que comenzara el partido, eran claras. Mientras que el Celta, con mayor concentración de jugadores en el centro del campo y las líneas mucho más adelantadas, propondría un juego más posesivo y ejerciendo una gran presión en defensa, el Cádiz decidía retrasar sus líneas y esperar posibles errores en el juego de los locales. Pero, muy lejos de la realidad, el juego del Cádiz no estaría para nada cercano a lo visto en los últimos encuentros. Tal fue así que, en la que sería la primera ocasión clara del encuentro, Aspas cedía de tacón a Nolito para que este, dentro del área y con su pierna mala, fusilara por bajo a Ledesma.

El tempranero gol de los celtiñas trastocó por completo el plan de los amarillos, obligándoles ahora a asumir un rol más participativo. Poco a poco, estos, pese a no tener el balón, comenzarían a gozar de grandes oportunidades. Es más, el empate estaría a punto de llegar en dos jugadas muy claras. La primera de ellas la tendría Alejo quien con una especie de centro-chut estuvo a punto de sorprender al guardameta. La segunda, una de las más claras de la mitad, un cabezazo de Negredo, post prolongación de Fali, que el poste acabó repeliendo.

El partido seguía su curso y pese a que los amarillos estaban mejor plantados sobre el terreno de juego, seguían errando en la finalización de las jugadas. Una de las más claras la volvería a tener Alejo, quien por centímetros no pudo pillar por sorpresa a Rubén Blanco. Y cuando más cómodos estaban los amarillos, en un contraataque de los vigueses, Ledesma derribaba dentro del área a Santi Mina y el árbitro decretaba penalti. La pena máxima la transformaría Iago Aspas, engañando en la trayectoria al guardameta argentino. Demasiado castigo para un Cádiz que no estaba mereciendo ir por detrás del marcador.

La diosa de la fortuna se volvería a aliar una vez más con los locales cuando, en una grandísima jugada trenzada desde la defensa, Alejo colgaba un excelente balón que Perea, de volea, rozaba el palo derecho de la portería. El segundo gol y los constantes errores en zona de ataque acabaron mermando la moral de los amarillos. El ritmo de su juego bajó, los rivales comenzaron a correr más que ellos y los errores comenzaron a suceder en cadena. Tras el posible 2-1 de Perea, llegaría el 3-0. Iago Aspas, muy solo en zona de ataque, volvía a encontrar hueco en el área del Cádiz, la cedia de espaldas a Fran Beltrán para que este, desde fuera del área y tras un rebote en Marcos Mauro, batiera por bajo a un Ledesma muy perdido.

Y más perdido se le vio en el cuarto gol que llegaría apenas tres minutos después del tercero. En un centro donde Marcos Mauro falla en la cobertura y el guardameta en la salida. Con esto, llegaría el final de una primera mitad donde el Celta, con bastante poco, había conseguido anotar cuatro goles.

La segunda parte, como es lógico, comenzaría con dos cambios en el once amarillo. Alejo y Espino dejaban su sitio en el terreno de juego a Jairo y a Pombo en una épica que se antojaba imposible. La intención de los de Cervera sería esa, introducir en el sistema jugadores de mayor toque de balón para llevar la iniciativa del encuentro.

Así sería. Durante el segundo tiempo se vio a un Cádiz mucho más ofensivo, con más presencia en campo contrario, pero con numerosos errores atrás. Y esto el Celta lo sabe aprovechar a la perfección. El quinto tanto no llegaría gracias al palo cuando Iago Aspas, tras un grandísimo pase de Denis Suárez y un adormilamiento de la defensa gaditana, erraba en la definición ante Ledesma. Este mismo volvería a tener otra más donde si conseguiría anotar, pero para suerte de los gaditanos, el delantero se encontraba en fuera de juego.

Vista la fragilidad defensiva del equipo, Cervera decidía agotar los cambios y meter a Garrido en el centro del campo y a Lozano y Malbasic en punta. Nada cambiaría para los interes de los amarillos. Todo lo contrario, el marcador pudo ser más abultado debido a los goles de Aspas y Baeza. Ambos anulados por fuera de juego. Con poco más que añadir, el árbitro decidía decretar el final del encuentro.

FICHA TÉCNICA:

Celta de Vigo: Ruben Blanco, Olaza Aidoo, Araújo, Hugo Mallo, Tapia (Baeza, 66’), Brais (Fontán, 76’), Denis (Okay, 66’), Nolito (Lautaro, 76’), Mina (Fran Beltrán, 33’) y Aspas.

Cádiz CF: Ledesma, Iza, Marcos Mauro, Fali, Espino (Pombo, 46’), Jonsson (Garrido, 68’), Álex Fernández, Perea, Iván Alejo (Jairo, 46’), Álvaro Giménez (Malbasic, 68’) y Negredo (Lozano, 68’).

Goles: 1-0 Min 6. Nolito; 2-0 Min 30. Aspas (p); 3-0 Min 42. Fran Beltrán; 4-0 Min 45. Brais.

Árbitro: Cuadra Fernández (comité balear) y Gil Manzano (comité extremeño) en el VAR. Mostró amarilla a Denis Suárez (53’), Araujo (56’) por parte del Celta y a Marcos Mauro (57’) por el Cádiz.

Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 13 de LaLiga Santander y celebrado en el Estadio ABANCA Balaídos.

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