En la jornada 14, el conjunto blanquivioleta tenía una cita en el Sánchez Pizjuán y la superó con nota, obteniendo un punto muy importante para sus intereses. El equipo de Julen Lopetegui comenzó dominando los primeros treinta minutos. Además, tras un error del Real Valladolid por una mano de Fede San Emeterio en él área, le concedió el penalti para abrir el marcador. Sin embargo, la reacción del Real Valladolid fue más positiva que la de los locales. La segunda parte sometió al Sevilla, atacando su área rival, hasta que llegó el gol en el minuto 55 de Raúl García Carnero, aunque los visitantes tuvieron una sensación de merecer más.

Sergio González planteó una alineación con algún cambio obligado, en defensa introdujo a El Yamiq y en el lateral derecho volvió al once Hervías, tras las lesiones de Joaquín Fernández y Janko. En el lateral izquierdo apostó por Raúl García Carnero, que finalmente marcaría el golazo del empate. En el centro del campo, repitió titularidad Roque Mesa y su pareja fue Fede San Emeterio quién salió por Alcaraz, el resto del equipo fue el mismo que el partido ante el Athletic, con sus dos estrellas arriba Weissman y Marcos André.

Su técnico era consciente que se enfrentaba a uno de los equipos más completos de La Liga, por tanto, planteó un partido muy serio en defensa, aunque en los primeros treinta minutos de la segunda mitad, Ocampos llegaba en oleadas con esa velocidad que le caracteriza, de hecho, pegó un balón al travesaño. Sin embargo, los locales se fueron mandando en el marcador tras una acción de penalti. Cómo declaró el míster en rueda de prensa: “faltó de conexión en la zona de arriba y de personalidad en el último tercio para acabar con una buena acción”, admitió.

En la segunda parte, el Real Valladolid mostró carácter y salió a por todas, consiguió realizar una buena presión alta que asfixiaba a los de Lopetegui, consiguió someter al rival por fases consiguiendo un equilibrio entre defensa y ataque. Las ocasiones empezaron a llegar, el centro del campo del Sevilla estaba desolado, su entrenador movió ficha y sacó a Jordán para dar aire al centro del campo.

Por su parte, Sergio González estuvo muy acertado con los cambios, primero metió a Jota, para darle calidad y desborde, después a Alcaraz, para controlar el centro del campo. Posteriormente, hizo un triple cambio donde incorporó a Toni Villa, que venía de realizar un gran encuentro en copa y quién recibió dos codazos de sus rivales. También, se incorporó Guardiola para darle frescura arriba, además de Michel para darle pausa al centro del campo y le salió bien al técnico catalán la estrategia.

El conjunto vallisoletano mostró carácter y confianza, creyó en la posibilidad de hacer gol y consiguió un empate en un campo difícil. Realizó una gran presión alta, manteniendo las líneas muy juntas, abriendo el campo con sus laterales y encerrando al Sevilla en su propia área. Asimismo, sostuvo su bloque defensivo bien armado. Un encuentro importante que les coloca fuera de las posiciones de descenso con 14 puntos. Su próximo rival, el FC Barcelona, a quién recibe en el Estadio José Zorrilla el martes a las 22,00 horas.