El combinado pucelano ha vuelto a los entrenamientos este 25 de diciembre. Sergio González controla hasta el último detalle de las sesiones con el objetivo puesto en el próximo partido ante el Cádiz.

En la preparación del viernes, la primera plantilla llevo a cabo intensos ejercicios para combatir el frío consecuencia de las altas horas de la tarde, mucho físico con el fin de llegar a punto para el encuentro del martes. Jota, con problemas gastrointestinales, y Kiko Olivas y Janko, con sus respectivas lesiones, se desempeñaron de forma individual.

En la sesión del sábado, a partir de las 11.00 horas, los futbolistas blanquivioletas siguieron la rutina de intensa preparación con trabajo físico, técnico y táctico. Tan solo a tres días de la nueva jornada liguera, el Real Valladolid ultima todos los elementos necesarios para confrontar un partido clave frente al conjunto andaluz, recién ascendidos y que al igual que los visitantes pelean por una posición fuera de la zona de peligro. Los lesionados permanecieron con el readaptador y se mantuvieron al margen del grupo para seguir con el fortalecimiento de su estado físico, mientras que el extremo portugués se ejercitó con total normalidad tras sus problemas anteriores.

La próxima sesión de entrenamiento para la escuadra pucelana será este domingo nuevamente a partir de las 11.00 horas en los anexos del estadio José Zorrilla. La rutina creada por el equipo de Sergio González tiene como objetivo evitar la pérdida de la dinámica positiva que encarrilaba la plantilla antes de las fechas navideñas y así poder mantener el puesto de la salvación, a esperas de la segunda vuelta en la máxima división española. El Real Valladolid quiere seguir un año más en la categoría, y para ello necesita optimizar la situación de cada uno de sus jugadores.