Béticos y levantinistas despedían  éste fatídico año 2020 en un partido jugado en la montaña rusa en que se convirtió el estadio Ciudad de Valencia.

Un jarro de agua fría caía sobre los jugadores béticos en el primer minuto en forma de gol en contra. Por enésima vez ésta temporada el Betis encajaba un gol en los primeros minutos, de cabeza y en un córner. Los levantinistas llegaban al partido con la estadística de no haber perdido en los últimos 9 partidos, con la excepción de la derrota en el Camp Nou.Y se marchan fuera del descenso, y con una buena victoria en casa para decir adiós al año.

Pero el Betis vendió cara la derrota y quiso morir matando. Los verdiblancos empataron con un gol de Mandi que subió a los 147 metros de marcador del Ciudad de Valencia con mucho suspense. Mandi no se encontraba en fuera de juego, pero había dudas de si existían manos previas por parte de su compañero Guido Rodríguez. Tras unos minutos de incertidumbre y tras consultar con el VAR, el colegiado daba por bueno el tanto verdiblanco.

Lejos de dar equilibrio al partido, el tanto espoleó al Levante, que con dos llegadas por la banda izquierda y dos zapatazos del comandante Morales, uno con cada pierna, ponía el 3 a 1 en el marcador. Tres tiros a puerta, tres goles y partido listo para sentencia en los primeros 45 minutos.

  • La sentencia del comandante

El Levante ahondó en la herida de la defensa verdiblanca y a los 10 minutos del segundo tiempo ponía el 4 a 1, gracias a un robo de balón sobre Guardado, el balón llegaba a Morales y éste cedía a Roger. Ambos jugadores, que acompañan al equipo desde su periplo por los infiernos de la segunda, se lucían en la goleada levantinista, con una actuación digna de ser llamado a la internacionalidad, en especial en  el caso de Morales. Dos goles y una asistencia del comandante en menos de una hora de juego, simplemente, espectacular.

Todos los presentes en el Ciudad de Valencia daban por segura la victoria levantinista. Manuel Pellegrini realizaba un triple cambio ingresando en el campo Paul Akouokou, Láinez y Sergio Canales. La irrupción de este último volvió a avivar las ascuas del fuego del ataque verdiblanco. El Betis comenzó a encontrar más espacios gracias a las ganas de Láinez, hizo la raya en el medio campo con el pundonor de Paul y resurgió al conectar con el talento de Sergio Canales y, enmedio de todo este vendabal verdiblanco, apareció de nuevo VAR. Rober Pier daba un manotazo a Láinez y éste se llevaba las manos a la cara dolorido. Tras consultar con el VAR Estrada Fernández decretaba la expulsión del defensa levantinista. El Levante con diez jugadores, decidió echarse atrás para asegurarse el resultado pero esto sólo volvió más loco un partido que había nacido sin cordura. Un balón colgado al área del Levante golpeaba en la mano a uno de los goleadores de la noche, Duarte.

  • Montaña rusa final

Un VAR con mucho trabajo esta noche otorgaba penalti a favor del Real Betis Balompié. Sergio Canales, en su reaparición a los terrenos de juego, transformaba en gol la pena máxima. Quedaban doce minutos. Sólo ocho después, Sergio Canales hacía doblete gracias a la asistencia de Juan Miranda. Con un Levante colgado del larguero y un Betis buscando el empate con más corazón que cabeza, el encuentro tocaba a su fin. Los ataques de los verdiblancos sólo fueron escaramuzas y el marcador no volvió a moverse.

Los verdiblancos cierran el año con derrota, sin poner freno a su sangría defensiva pero con Canales en el campo y goleando, y a principios de 2021 espera el eterno rival. Casi nada.

 

 

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