El 29 de diciembre de 2019, Fernando Vázquez volvía a tomar las riendas del Deportivo de la Coruña, después de ser despedido del mismo club el 8 de julio de 2014, después de haber ascendido al equipo,  a raíz de sus declaraciones en el Campus de fútbol que Pablo Insua, defensa del Deportivo de la Coruña por aquel entonces que actualmente milita en la Sociedad Deportiva Huesca, organizaba en Arzúa. 

Mientras el club vivía una etapa convulsa de su historia, el proyecto de presidencia de Fernando Vidal, mostraba a la afición una luz al final del túnel. Ese mérito está, en gran parte, en la promesa de traer de vuelta al entrenador de Castrofeito, que a pesar de ser despedido por la falta de confianza de Tino Fernández en él, contaba con el apoyo de prácticamente toda la afición después de haberlos ascendido a primera división en la temporada 2013/2014 y haber sido quien de crear ilusión en ellos desde su llegada a finales de la temporada 2012/2013 bajo la directiva de Augusto César Lendoiro. Así, Vázquez llegaba como sustituto de Luis César Sampedro a comandar al colista de segunda división que durante la primera vuelta solo había conseguido sumar 9 puntos. 

Así, el 29 de diciembre el club anunciaba la vuelta de Vázquez como entrenador del primer equipo, con un contrato hasta 2022, en sus redes sociales con el mismo vídeo que se usara en su primera etapa, en el que el técnico atendía a la llamada del club y se presentaba diciendo "SI SE PUEDE", el grito con el que consiguió que la afición lo apoyase en su proyecto. Este vídeo tuvo una muy buena acogida, contando con más de 10500 likes en Instagram, pero la cosa no quedó ahí. No solo era importante que Vázquez volviera, por ser capaz de hacer creer a la afición que por difícil que parezca todo es posible, sino que también era importante que sacara al equipo del pozo en el que se había metido, y eso también lo hizo. 

El 5 de enero de 2020, Fernando Vázquez redebutaba como entrenador del Real Club Deportivo de la Coruña en Los Pajaritos frente al Numancia. En este estadio, Vázquez fue quien de alzarse con los 3 puntos, ganando 0-1, y de convertir los 9 puntos con los que contaba en el equipo en 12. El 12 de enero, esta vez en Riazor, el equipo dirigido por el de Castrofeito se enfrentaba al Racing de Santander, a quien también ganó, esta vez 2-1. Así, se llegó a una racha en la que con Riazor lleno fueron sumando puntos de 3 en 3, conforme se sucedían los partidos. Le ganaron al Cadiz en Riazor, al Albacete en su casa, a Las Palmas también en Riazor, al Alcorcón en su estadio, y así transformó los 9 puntos que el Dépor tenía a su llegada en 27 en tan solo seis jornadas. En la séptima jornada de su segunda etapa al mando del club coruñés, Fernando Vázquez se tuvo que conformar con firmar un 2-2  y sumar solo 1 punto en Riazor frente al Girona, en un partido con bastante polémica arbitral a su alrededor. Ese partido del 14 de febrero en Riazor, supuso el fin de una racha, ya que después de ese empate llegó la derrota contra el Zaragoza por 3 goles a 1; el empate a ceros contra el Lugo y otra derrota más frente al Almería por 4 goles a 0. Aún así, la afición mantenía la fe en Fernando y esperaban volver a sumar los 3 puntos en Riazor frente al Sporting de Gijón, uno de los grandes rivales del club, el 15 de marzo pero la llegada del Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario que se vivió en todo el país hasta junio no hizo posible que se disputase hasta el 14 de junio, sin público. 

El 14 de junio, en la vuelta a la actividad de competición del club, Vázquez consiguió firmar un empate contra el Sporting de Gijón, que aunque no era el resultado más satisfactorio le servía para seguir acercándose a sus objetivos. A este empate le siguieron dos  más contra el Oviedo y  el Rayo, pero el 23 de junio, el equipo consiguió volver a sumar los 3 puntos en la casa del Elche, ganando 0-1. El 27 de junio, en Riazor, también se alzaron con los 3 puntos frente a la Ponferradina, pero la racha no duró mucho ya que el 30 de junio volvieron a empatar contra el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López.

Así se dibujaba una vuelta a los terrenos de juego inestable, en el que nos encontrábamos con victorias, empates y derrotas, pero que seguían dando ánimos a una afición que no podía animar en Riazor. Así, ganaron al Huesca en Riazor, con un 2-1 en el que destaca el gol que Christian Santos encajó de cabeza, perdió frente al Málaga, al Extremadura y al Mirandés. Esas tres últimas derrotas, y en especial la derrota frente al Extremadura, un equipo que ya estaba descendido, hicieron saltar las alarmas del deportivismo, quien pasaba de soñar con jugar los playoffs a ver peligrar la permanencia.

En medio de todo esto, el 23 de junio de 2020, llegaba el que puede ser el suceso del año en lo futbolístico, junto con la posible salida de Messi del Fútbol Club Barcelona, el caso Fuenlabrada, que todavía no ha llegado a su fin. El partido no se disputaba, incumpliendo así el criterio de la jornada unificada y obligando al Dépor a jugarse su permanencia en desventaja frente al resto de los equipos. Al finalizarse esa jornada a excepción del partido del equipo coruñés frente al Fuenlabrada, este era equipo de 2ª B, aunque tanto el club y la afición remaron juntos por la justicia que les garantizase la permanencia, el 27 de agosto se confirmó el descenso.

A pesar del descenso, y la justicia a nivel deportiva, puesto que muchos aficionados ya daban al equipo por descendido tras la derrota contra el Extremadura, la afición supo valorar no solo el trabajo del de Castrofeito desde su llegada, sino su apoyo al club en una situación tan crítica y decidieron seguir contando con él para comandar al equipo en la categoría de bronce. 

Desde el 27 de agosto que se confirmó el descenso, el Deportivo se vio obligado a reestructurar su plantilla de jugadores con bastantes prisas ante una competición que daría comienzo el 18 de octubre de 2020 en el estadio municipal ABANCA Riazor frente a la Unión Deportiva Salamanca. El equipo dirigido por Vázquez consiguió sumar los 3 puntos para estrenar la temporada y la categoría. En el siguiente partido tuvieron que verse las caras frente al Compos en el Estadio Vero Boquete de Santiago de Compostela, donde aunque fueron quienes de mantener su portería libre de goles, solo pudieron arañar 1 punto, en un partido especialmente difícil para el técnico del que solo pudo ver el final tras acudir al entierro de su hermano.

A este partido le siguieron las victorias frente al Unionistas, el Coruxo, el Racing de Ferrol, los empates frente al Guijuelo, Pontevedra y la derrota frente al Celta B. De este modo, el equipo de Fernando Vázquez acaba el año segundo en la tabla con un total de 15 puntos, de 24 posibles, y con tan solo 4 goles encajados. Aunque los resultados llaman al optimismo, la afición no está contenta con el trabajo del técnico, con respecto al fútbol que el equipo está mostrando en el campo, de manera que cada vez hay más voces críticas con él dentro de la afición, que despiertan unos rumores de destitución que el club siempre ha desmentido.

Otro aspecto por el que muchos aficionados piden la cabeza del de Castrofeito, es su actitud. Actitud que lo ha vuelto a llevar a tener que comandar al equipo desde las gradas por expulsión, así como las declaraciones en rueda de prensa en las que parecía quitarle peso a la Copa del Rey, una competición importante para el deportivismo después de erigirse campeón de la misma en 1995 y 2002. Más allá de estas declaraciones, Vázquez mantiene al equipo clasificado para esta competición, después de un partido cargado de polémica arbitral en favor del club coruñés.

A pesar de todo ello, parece que Vázquez se comerá las uvas como entrenador del Deportivo de la Coruña y que el club sigue confiando en él para lograr su objetivo, el ascenso a 2ª división. Al fin y al cabo, más allá del juego del equipo, los resultados son positivos y acercan al club a conseguir sus metas.

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