El Barcelona ha estrenado el calendario de 2021 viajando hasta Huesca en una noche muy fría de domingo en El Alcoraz. Y lo hacían con la presión obligada de volver a la Ciudad Condal con los tres puntos bajo el brazo, puesto que el último encuentro en el Camp Nou decepcionó, de nuevo, a la afición azulgrana (1-1 ante el Eibar) sumado a las victorias de Real Madrid y Atlético de Madrid en esta jornada, los principales rivales al título.

Y los azulgranas lo han hecho con la vuelta de Messi a la convocatoria y la suplencia de Griezmann en el once inicial. Ronald Koeman ha 'castigado' al delantero francés tras las indecisiones y cuestionado rendimiento en los últimos encuentros, cediendo su plaza en la delantera al compatriota Ousmane Dembélé. La línea atacante la ha completado un querido y protegido por el técnico Pedri, que sigue enamorando al holandés mientras Lenglet ha devuelto a Mingueza al banquillo de suplentes.

El equipo de Míchel ha saltado con toda la artillería a punto y con la intención de poder puntuar ante los catalanes, aprovechando su irregularidad liguera. Los aragoneses, hasta la fecha, sólo han podido celebrar una victoria en el campeonato regular, algo que tenían en la mente Ontiveros, Rafa Mir y Sergio Gómez, que integraban el tridente atacante local.

Arranque con ventaja

A los seis minutos del inicio del encuentro Pedri ha perdonado la ventaja de los azulgranas, cuando Jordi Alba ha centrado desde la izquierda y Braithwaite, sin demasiadas opciones, acababa dejándola atrás para el canario, a quien le han faltado milímetros para batir a Álvaro Fernández bajo palos. El Barça quería imponerse claramente sobre el terreno de juego, aunque el Huesca buscaba sorprender con rápidos contraataques.

De Jong abre el marcador en El Alcoraz

Y de un contraataque ha nacido la ocasión más clara en las botas de Dembélé que, arrancando individualmente y con gran velocidad, ha terminado mandando al saque de esquina una posible oportunidad para mover el marcador inicial. Mientras Busquets y Dembélé eran la cara y la cruz del inicio de partido, antes de la media hora de juego ha sido De Jong quien ha podido hacer el primero de la noche con una asistencia de escándalo por parte de Leo Messi.

A los de Koeman les estaba costando cerrar las jugadas en ataque, con una conexión Messi-Pedri que no terminaba de cuajar entre los tres palos de la portería rival. Atrás, Mikel Rico intentaba empatar el encuentro en combinación con Rafa Mir, pero Araujo se postulaba como salvador de la defensa. Antes del descanso Álvaro Fernández se ha lucido ante el precioso disparo de Messi de falta directa, que amenazaba con ser la segunda diana de la velada. 

Falta de acierto y puntería

Sin tiempo para mucho más, ambos equipos se han marchado a vestuarios con la ventaja mínima de los azulgranas. La segunda mitad ha empezado con el mismo dominio claro de los catalanes, que seguían intentando agrandar la ventaja en el marcador. Sin embargo, Rafa Mir ha arrancado un rápido contraataque que ha terminado sin opciones Ontiveros, aunque Sergio Gómez amenazaba en solitario por la derecha.

Dembélé disputa los 90 minutos ante el SD Huesca | Foto: Noelia Déniz - VAVEL
Dembélé disputa los 90 minutos ante el SD Huesca | Foto: Noelia Déniz - VAVEL

En la consiguiente jugada Dembélé ha vuelto a romper las líneas del Huesca en el extremo izquierdo, aunque la defensa aragonesa ha sido providencial para evitar la diana del francés. El Barça empezaba a abrirse y disponer de más ocasiones ofensivas, aunque los 14 tiros hasta el momento no encontraban portería. En el área de Ter Stegen los de Míchel han podido empatar el resultado con un córner 'picado' desde la derecha, aunque el alemán ha estado bien atento a la jugada.

Álvaro Fernández seguía siendo el 'man of the match' por parte del Huesca, cuando ha vuelto a desviar una clara amenaza de Messi a portería. Pedri intentaba asociarse con Dembélé por la banda derecha, mientras Griezmann ya calentaba en la banda junto a Pjanic, pendientes de entrar en el terreno de juego si Koeman daba el 'OK' a la operación.

Condenados a sufrir

El técnico azulgrana ha dado entrada a Pjanic y Mingueza en sustitución de Busquets y Dest, mientras la pólvora de Griezmann seguía fuera del terreno de juego. Y ha sido el bosnio quien ha aprovechado más rápidamente la oportunidad, con un disparo desde el borde del área al que le han faltado centímetros para encontrar portería. También se le nublaban las ideas al extremo francés, que erraba en un uno contra uno claro con el guardameta aragonés.

A diez minutos para el silbido final, el marcador seguía escaso para el Barcelona, que aguantaba el 0-1 gracias a la diana de De Jong. Desde el banquillo culé se ha ordenado la sustitución de Braithwaite por Griezmann, buscando aprovechar aquellas 'perlas' de las que disponían los azulgranas en ataque.

El tiempo se agotaba y el Barça seguía sin cerrar el marcador, con antecedentes de varios partidos sufriendo en defensa. Ontiveros se ha ganado la amonestación mientras Pedri ha concedido una falta a balón parado que ha disparado Ferreiro. Los ánimos seguían tanteándose en los banquillos, cuando Cuadra Fernández ha amenazado a Míchel por sus insistentes protestas.

Condenados a la irregularidad

Cumplido el tiempo reglamentario y el que ha decidido añadir el colegiado, el Barcelona se ha llevado la victoria por la mínima y los tres primeros puntos del 2021. Un buen resultado para los intereses azulgranas que enmascara, de nuevo, un juego muy discutible del equipo.

El segundo tiempo ha sacado a relucir las debilidades de los catalanes en defensa y en acierto, perdonando ocasiones claras que podrían haber acomodado la goleada azulgrana, como las desaprovechadas por Messi, Pedri o Dembélé. Tres puntos que dan aire a la clasificación y siguen dejando a los de la Ciudad Condal con ligeras esperanzas de seguir peleando por el título.

El próximo miércoles, día de Reyes, el equipo se plantará en San Mamés para jugar la 2ª jornada de LaLiga, jornada desde el inicio del curso. Un Athletic Club en horas bajas y con cambio de entrenador, pero que ya sabe cómo poner el miedo en el cuerpo de un Barça condenado a sufrir.