Cuando Marco Asensio cayó lesionado en Houston en 2019, él mismo sabía que volver a su mejor nivel iba a conllevar tiempo, esfuerzo y mucha dedicación. Once meses tuvieron que pasar para su esperado regreso, donde volvió por todo lo alto con un gol frente al Valencia al minuto de salir al campo. Las expectativas tras su lesión eran muy altas, para un jugador que estaba destinado a liderar un proyecto como es el de Real Madrid y con tan solo 24 años. A pesar de regresar por todo lo alto, lo de aquel día fue un mero espejismo. El gol frente al conjunto ché fue un premio a su trabajo tras once meses de lucha y dedicación en el gimnasio.

El inicio de la presente temporada se antojaba especialmente apasionante para el equipo, con un tridente atacante de ensueño: Hazard, Benzema y Asensio, pero ni el jugador belga ni el jugador español han podido gozar de los minutos que ellos mismos desearían, bien por lesiones o por la gran competencia mostrada por sus compañeros. En el caso de Asensio, el jugador balear había quedado relegado al banquillo hasta que la desafortunada lesión de su compañero Rodrygo el pasado 23 de diciembre frente al Granada, le permitió adentrarse en el once demostrando que su mejor versión estaba más cerca que nunca. El jugador de 24 años ha participado en los últimos cuatro de los cinco goles del equipo, devolviendo la confianza mostrada a un Zidane que siempre ha confiado en su pupilo. Justo en el momento donde se antoja más difícil hacerse un hueco en el equipo, con el regreso de Hazard de su última lesión, Asensio no solo está aportando asistencias y goles, sino un trabajo defensivo que tanto valora su entrenador.

En el último partido ante el Celta, el jugador balear volvió a ver puerta tras veinte partidos de sequía, pero lo que más ilusiona al madridismo son las ganas que le está poniendo sobre el césped. Se vio a un Marco Asensio más trabajador y participativo. Marco Asensio vuelve ser decisivo, Marco Asensio vuelve a sonreír.