Mutilvera y Real Betis Balompié no tuvieron tiempo de abrir sus regalos de reyes antes de enfrentarse en el Valle del Aranguren en una fría tarde de este 2021 que apenas comienza. También parecía que los jugadores béticos no se habían bajado del autobús cuando ya iba por detrás en el marcador. Corría el minuto 5 cuando el Mutilvera botaba una falta que era rematada sin oposición por Briñol. Seguramente los aficionados verdiblancos habrán perdido la cuenta de los fallos cometidos por los jugadores heliopolitanos en defensa.

El desconcierto se apoderó de los de Pellegrini sobre los que se apareció los fantasmas del Rayo o quizás del Alcorcón, en el caso del preparador chileno. Los jugadores del Mutilvera se multiplicaban para robar el balón a los béticos, que parecían jugar contra más de 11 contrarios. Tras recibir el susto, los de verdiblanco que vestían circunstancialmente de morado, se sacudieron la penitencia. Con un Láinez muy activo, el balón empezó a estar cerca del área del Mutilvera. El mexicano rayó a un gran nivel, refrendando su gran actuación en el derbi, conduciendo el balón cosido al pie, ofreciéndose y creando muchos problemas al cuadro navarro. Rodri, decidió formar sociedad con Láinez y con ganas, habilidad y buen hacer lograron cambiar el signo de partido. Esos locos bajitos. Una falta señalada sobre el canterano al borde de la media hora supuso el primer gol. El balón fue cogido entre sus manos por un canterano bético con pasado azulgrana, Juan Miranda.

El hijo pródigo nacido en Olivares, fijó su mirada en la portería, golpeó y clavó el balón en el lado izquierdo de la portería defendida por Álvaro Mugueta. No hubo respiro, para el Mutilvera porque los locos bajitos del Betis tenían ganas de seguir creciendo. Rodri botaba un córner mandando el balón al área pequeña del cuadro pamplonica, que era despejado a la media luna, donde la esperaba el brasileño Emerson, el cual empalmaba un soberbio disparo que se colaba por la portería de los navarros. En apenas dos minutos, el Betis había remontado el partido, ganaba tranquilidad y tenía a Juanmi, Rodri y Láinez con la flecha hacia arriba. A todos los de arriba y hacia arriba, con la dolorosa excepción de Borja Iglesias, que sigue de capa caída. El gallego sigue en mala racha y Pellegrini decidió cambiarlo en el segundo tiempo. Si algún delantero , debe salir en el mercado invernal, ese debe ser Borja.  Con marcador a favor, con un Diego Láinez enchufadísimo y una nube de jugadores del Mutilvera persiguiéndole, se ponía fin al primer tiempo. 

El segundo acto comenzó con un Mutilvera con más corazón que cabeza. No había transcurrido ni un sólo minuto cuando Javier López mandaba el balón fuera tras un remate de cabeza. Con la excepción de un remate del Mutilvera que se marchó fuera por mucho, los primeros diez minutos del segundo tiempo no fueron nada espectaculares. En un terreno de juego más apto para sembrar patatas que para practicar el fútbol, un Betis de color berenjena se puso el mono de trabajo.

El dominio verdiblanco se tradujo en la posesión, que llegó a alcanzar por momentos un 72%. La circulación lenta, la posesión estéril y la falta de velocidad no ayudaban a crear peligro. En el ecuador del segundo acto Juanmi tuvo la oportunidad de marcar pero el colegiado estimó que había sido en fuera de juego, pero el malagueño no cejó en su empeño durante todo el partido y gracias a una gran asistencia del omnipresente Láinez, colocó el balón al fondo de las mallas de la portería pamplonica. Quedaba casi media hora de partido aunque no mucho más por ocurrir.

El ritmo de partido bajó muchísimo, el Betis se mostraba tranquilo con el marcador a favor y el Mutilvera buscaba la portería bética con más corazón que cabeza. El carrusel de cambios llegó con cuatro cambios del Mutilvera en apenas once minutos. El esfuerzo de los navarros fue encomiable, pusieron toda la carne en el asador logrando más remates totales que los verdiblancos, pero muy pocos se acercaban a la meta defendida por el siempre discutido Joel Robles. El madrileño tuvo poco trabajo, pero aun así no fue capaz de mantener su portería imbatida.

A falta de seis minutos para el final Manuel Pellegrini movió el banquillo de nuevo. El primer cambio había sido el de la salida del alicaído "Panda" Borja Iglesias por Sanabria. El segundo cambio dio entrada a un gris Nabil Fekir y retiró a la mitad de la sociedad de los "Rinconete y Cortadillo béticos", en este caso a Rodri Sánchez, que con veinte años pide sitio en el once de Pellegrini. En esta última ventana el chileno dio entrada al canterano Fran Delgado y retirando del terreno de juego a uno de los goleadores del partido, Emerson Aparecido.

El otro cambio fue para premiar con la ovación del poco público presente a uno de los mejores jugadores béticos del momento, Diego Láinez Leiva, que dejó su sitio a otro canterano Aitor Ruibal. El frío, un Betis acomodado y un Mutilvera voluntarioso hasta la saciedad pero sin encontrar éxito en sus aventuras fueron el epílogo del partido. Tras superar al Mutilvera el Betis espera su próximo rival en dieciseisavos de final en la próxima eliminatoria de la Copa del Rey. Será antes de que finalice el mes de enero de este helado y nuevo 2021.