Que las cosas en el Real Betis Féminas no van bien no es ningún secreto. El primer equipo bético se encuentra sumido en una racha negativa de la que le está costando salir. Acumula siete derrotas consecutivas y las sensaciones del equipo no son las mejores, pero siempre hay noticias buenas de las que hablar.

En el día de ayer, con Rafa Ríos en el banquillo tras la dimisión del tinerfeño Pier Luigi Cherubino, las verdiblancas cayeron derrotadas ante el Sevilla FC en un derbi de lo más esperado en la capital. Hacía 21 meses que estos equipos no se enfrentaban pero el resultado no favoreció a las heliopolitanas pese a que dejaron mejores sensaciones que en partidos anteriores. En antecedentes, las béticas salían victoriosas no conociendo la derrota ante el Sevilla en la máxima categoría del fútbol femenino, pero en el día de ayer la derrota en San José no permitió agrandar el porcentaje de victorias ante las rojiblancas.

Pese a la derrota del día de ayer podemos destacar la aparición de hasta cuatro jugadoras del filial en los noventa minutos que el encuentro duró. Tres de ellas partieron de inicio. Lucía Méndez y María Valle ya habían participado anteriormente en el juego de las verdiblancos, pero la presencia de Vicky Benítez en el lateral diestro sorprendió a muchos. La sevillana debutaba como titular ante el eterno rival en el Estadio Felipe del Valle dejando muy buenas sensaciones en un partido en el que tiró de coraje para hacer frente a las aproximaciones sevillistas. 

La otra futbolista verdiblanca que pisó el césped en el día de ayer estrenándose también con la camiseta del primer equipo fue Irati Real. Con el 24 a la espalda, la isleña tuvo cinco minutos para demostrar su valía en el primer equipo verdiblanco. Saltó al césped en sustitución de una exhausta Oriana Altuve a la que poco salió bien en el día de ayer y dejó destellos de lo que puede aportar a la punta de ataque bética.

Debut agridulce de ambas futbolistas que sirve para soñar con seguir creciendo en la máxima categoría del fútbol femenino en un año que no está siendo nada fácil para las verdiblancas.