El Sevilla se enfrentaba contra el Leganés en un partido de Copa del Rey. Julen Lopetegui planteó este partido como los dos anteriores, pero a diferencia de esos, el que disputaban los hispalenses en el Wanda, lo jugaban contra un equipo de mayor categoría. A pesar de ello, el técnico vasco prácticamente repitió el once que jugó en Linares, en esta ocasión en lugar de Óscar Rodríguez, Koundé y Fernando, jugaron Gudelj, Jordán y Diego Carlos. Es decir, el Sevilla salió con tres titulares, algo que cambió al final del partido. Los jugadores habituales que salieron en el segundo tiempo resolvieron el partido en la prórroga.

El primer tiempo a penas tuvo ocasiones de gol, tres por ambos lados, pero sin peligro. Los dos equipos realizaron tres disparos, dos que fueron bloqueados y otro se marchó fuera. Ni Bounou, ni Riesgo tuvieron que hacer intervenciones en los primeros 45 minutos. El Sevilla tuvo la posesión del primer tiempo, con un total de 71% frente al 29% del Leganés, que su juego se basaba en balones largos, sin apenas elaborar jugadas largas. 

El entretenimiento llegó en la segunda parte, cuando ya empezaron a tener mejores oportunidades. El Sevilla siguió siendo superior al Leganés quien a penas hizo daño en la portería del marroquí, en cambio el equipo visitante, tuvo bastantes ocasiones. Asier Riesgo tuvo una mayor participación teniendo que realizar un total de cinco paradas, pues el Sevilla estuvo durante la mayor parte de este tiempo apretando al Leganés.

Finalmente, la incapacidad de marcar el tanto de la victoria, Lopetegui tuvo que realizar bastantes cambios, y prácticamente sacó al equipo titular con las sustituciones. El Sevilla empezó con tres titulares habituales y ocho suplentes, y durante la segunda parte fueron entrando hasta cinco titulares habituales, quienes aumentaron las ocasiones hispalenses. 

Uno de los jugadores destacados fue Óliver Torres. El extremeño jugó 105 minutos en total, solamente le faltó la segunda parte de la prórroga. Estuvo en la sala de máquinas junto a Joan Jordán, pero sobre todo realizó una gran labor ofensiva, pues es quien conectaba al medio del campo con los delanteros, metiendo pases en profundidad, de estos pases nació el gol de Ocampos, pues fue Óliver quien le dio la asistencia al argentino. El jugador de Navalmoral de la Mata tuvo un 89% de éxito de pases y creó hasta cinco oportunidades.