Ya es oficial el que era un secreto a voces. Tras confirmar el propio Imanol en rueda de prensa hace un par de días que las negociaciones con el Sevilla estaban ya bastante avanzadas, Carlos Fernández, ha firmado este 24 de enero el contrato que le vincula a la Real hasta el 30 de junio de 2026. Se estima que los donostiarras han pagado al club hispalense alrededor de 10 millones de euros para hacerse con el 75% de su ficha. 

· Gran explosión e interés

La pasada temporada, el delantero sevillano, que permaneció toda la campaña cedido en el Granada, fue uno de los artífices del gran año de los nazaríes, llevándolos por primera vez en su historia a Europa. Tal fue el éxito cosechado grupal e individualmente por Carlos Fernández, que llevó al interés de muchos equipos, entre ellos, la Real. Y es que los guipuzcoanos llegaron a estar muy bien posicionados para hacerse con el jugador en dicho mercado estival. No obstante, la frustrada salida de Willian José obligo a cancelar la operación, e hizo que Carlos Fernández se quedara en Sevilla a las órdenes de Julen Lopetegui.

· Poco protagonismo

Durante la primera vuelta de esta temporada, el técnico vasco no ha contado prácticamente nada con él. Desde el principio obtuvo un rol muy secundario, y ha estado continuamente en la rampa de salida. Tan pequeña ha sido su presencia, que sólo ha llegado a jugar un partido de titular en liga, y ha permanecido a la sombra de otros grandes nueves como son Luuk De Jong y la gran revelación goleadora, Youssef En-Nesyri.

· Confianza en el proyecto

En Anoeta, en cambio, parece que le espera un gran protagonismo desde el minuto uno. Y es que la confianza que hay depositada en el sevillano es enorme. Después de la salida de Willian José a los Wolves, la llegada de la figura del nueve era fundamental.  Una de las cosas que denota la gran esperanza que hay en el andaluz es que, al llegar se convierte en el jugador con el contrato más extenso dentro del club. Eso hace que vaya a ser una de las cabezas del proyecto de la Real en las temporadas venideras.