Si Sergio Ramos pudiera elegir cuando caer lesionado, desde luego nunca habría elegido la temporada actual. Con el equipo en una mala situación y con unas perspectivas en cuanto a títulos poco alentadoras, se suman el proceso de renovación con el Real Madrid o la búsqueda de nuevo equipo. Desde luego, no es una buena presentación presentarse a una negociación con el parte de lesiones rebosante y el camero lo sabe, por lo que está haciendo todo lo posible por recuperarse.

No disponible un tercio de campaña

Tres lesiones más una indisposición estomacal han dejado fuera de juego al capitán de la nave blanca en esta temporada 2020/21, lo que han supuesto 10 partidos de ausencia cubiertos en un principio por Nacho y ahora por Militao. La rodilla es ahora la causante de su parón, que no le ha permitido ni siquiera entrenarse con el grupo desde hace más de dos semanas.

En Champions sus ausencias han sido críticas a excepción del partido donde el Madrid se jugaba el pase a los octavos de final y en Copa, aunque se esperaba que descansara de igual manera, se cayó inesperadamente ante el Alcoyano. En Liga se han alternado victorias importantes con traspiés con los que no se contaba, aunque parece que el equipo comienza a manejar mejor la baja del central.

Cinco años sin apenas lesiones

Desde la 2015-16 no se veía tanto a Sergio por la enfermería de Valdebebas. En las últimas temporadas, a pesar de entrar en una edad donde las lesiones son más frecuentes, apenas había dejado de estar disponible. De hecho, su no presencia en las convocatorias venía más de sanciones (como en la famosa eliminatoria ante el Ajax) que por dolencias.

Como ejemplo el año pasado, donde solo se perdió el partido de Liga contra el Sevilla y el debut en Copa del Rey por un esguince de tobillo. Sin embargo, no compareció en la vuelta de los octavos de final de Liga de Campeones ante el Manchester City por ser expulsado en el partido de ida.