Ya se avisaba en la previa que la ambición sería el factor por el cual el marcador se decantaría hacia un lado u otro. Pues precisamente la ambición fue aquello que impidió que se moviese el luminoso. Tanto Diego Martínez como Eduardo ‘Chacho’ Coudet priorizaron el control total y absoluto del partido a asumir el riesgo en busca de la victoria. Y eso fue lo que nos regaló un partido un tanto aburrido.
Dominio estéril
El plan inicial del Celta se basaba en intentar plantarse en campo contrario a través de la posesión de balón, generando los espacios necesarios para filtrar los pases que tanto les gustan a Iago Aspas y compañía. El genio de Moaña regresaba a los terrenos de juegos tras un largo mes de inactividad y, pese a ser de los más destacados por su constante esfuerzo, se notó que todavía no está al 100%.
Iago Aspas volvía al once titular
La iniciativa que quería asumir el conjunto celeste se topaba con una agresividad, siempre bien entendida, de los defensores del Granada, quienes tapaban todos los espacios y se anticipaban al rival. En el otro lado, Renato Tapia era el encargado de replicar las mismas funciones. Una vez más, muy buen partido del mediocentro peruano, excelente en lo suyo.
Pese al alto porcentaje de posesión (65%), los de Coudet eran incapaces de tan siquiera hacerle cosquillas a la defensa nazarí. Una vez se perdía la pelota, el equipo local contaba con hombres y espacios suficientes para correr y causar peligro a la portería defendida por Rubén Blanco.
El puñal Kenedy
El atacante más destacado del cuadro andaluz fue, sin lugar a dudas, Kenedy. El extremo brasileño fue un dolor de muelas para la defensa viguesa con sus numerosas internadas y cabalgadas por la banda. Todo el peligro del Granada surgía de sus botas, liderando al equipo a base de contragolpes.
El conjunto granadino ejecutó su plan correctamente pero no tuvo suerte de cara a puerta en varios de sus acercamientos. De esta manera, se llegó al descanso sin goles y Coudet debía cambiar cosas si quería acercar a su equipo a la victoria.
Ligera mejoría en la segunda parte
Los pupilos del ‘Chacho’ saltaron al terreno de juego en el segundo tiempo con ganas de cambiar cosas y empezar a crear peligro de verdad.
Así emergió la figura de Brais Méndez, canterano que se está consagrando realmente en el primer equipo de la mano del técnico argentino. Su cada vez mejor interpretación del juego le elevan a la categoría de casi intocable en la plantilla actualmente. Se echa el equipo a la espalda cuando no está Iago y se convierte en su mejor socio cuando está.
💯 partidos de Brais Méndez en Primeira División co #Celta. Parabéns! Por moitos máis xuntos, Brais! #UnDosNosos 💙 #SempreCelta pic.twitter.com/PoEc6O6q4N
— RC Celta (@RCCelta) January 31, 2021
No obstante, el Granada CF también empezó a apretar de verdad, afinando su puntería. Fue entonces cuando apareció Rubén Blanco para intervenir con cuatro paradas de gran mérito. El cancerbero de Mos mejora a cada partido que pasa y se está convirtiendo en uno de esos guardametas que ganan puntos y partidos. Hoy, ha quedado totalmente demostrado al ser clave en la consecución del punto.
Rubén Blanco fue el jugador más destacado del partido
💥 ¡@Darwin_Machis tiene un cañón en su pierna derecha!
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👏🏽 El vuelo de Rubén Blanco evita un golazo
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Un quiero y no puedo
Coudet vio que podía llevarse el partido a su terreno y lograr los 3 puntos, por lo que introdujo a Jordan Holsgrove y Augusto Solari en detrimento de Fran Beltrán y Nolito. El escocés del filial no estuvo desentonado y ayudó a acelerar la circulación del esférico. En cambio, el nuevo fichaje de invierno tuvo un debut algo más discreto y estuvo desacertado en los metros finales. Su ímpetu, tal vez, no tuvo la incidencia deseada en el juego.
Finalmente, pese a contar con algunas ocasiones más en la recta final del partido, el Celta no pudo volver a Vigo con los 3 puntos y se queda de esta forma sin conocer la victoria en el mes de enero. Por su parte, el Granada dio el punto por bueno y desde ya tiene la mente puesta en el importantísimo cruce de cuartos de final de Copa del Rey ante el FC Barcelona.