El cuadro madrileño comenzó este periodo de fichaje con la incorporación de Carles Aleñá, procedente del FC Barcelona. El catalán entró de pleno en los planes de Bordalás, ya que incluso cambió la formación habitual del conjunto azulón, la 4-4-2 por un 4-2-3-1 para colocarlo como media punta, para darle ese toque ofensivo que le faltaba al equipo, y se ha convertido en una pieza clave por la calidad de su juego y su compromiso con el equipo desde el primer día. Unos días más tarde, se hizo oficial la cesión de la perla japonesa, tras el acuerdo entre el Real Madrid y el Getafe. Tras estar poco tiempo con el equipo, debutó en el primer partido jugando 25 minutos, donde se lució revolucionando el encuentro para que su equipo se llevara la victoria. A partir de ahí, el japonés ha sido titular partiendo de extremo derecho, aportando al geta esa chispa de electricidad y habilidad que necesitaba en la parte ofensiva. Y por último, las incorporaciones de Chakla del Villarreal, y la vuelta de Harper, que regresa de su cesión en Cartagena, pero ha sido cedido al Villarreal B. El recién incorporado del submarino amarillo fue titular en el partido ante el Alavés, juega como defensa y realizó un buen encuentro manteniéndose sólido y comprometido con su nuevo equipo. Tras las numerosas bajas que está teniendo el cuadro de Bordalás, el central marroquí aprovechará esta oportunidad para ganarse el respeto del técnico y tener un hueco en el equipo cuando vuelvan los defensas que están sancionados o de bajas.

Por otra parte, los azulones también han sufrido bajas en su equipo, como las del guardameta Chichizola que ha aterrizado en el Cartagena viendo que no tenía hueco en el equipo con Rubén Yáñez ni con David Soria, también los regresos a sus respectivos equipos de Palaversa (Manchester City) y de Diaby (Sporting Portugal), ya que no tenían hueco por las llegadas de Take Kubo y Carles Aleñá. Y por último, la rescisión de la cesión de Mollejo que regresa al Atlético de Madrid.