El Real Madrid solo había conseguido dos victorias (2-0 al Celta y 1-4 al Alavés) en los últimos seis partidos disputados. Empató contra el Eche (1-1) y Osasuna (0-0), y salió derrotado en el choque contra el Levante (1-2) y en Copa del Rey contra el Alcoyano (2-1). Estas cifras evidencian el mal momento de los de Zinedine Zidane, puesto en duda en las últimas semanas, y que necesitaba estos tres puntos como el comer, ante el colista, para coger aire y seguir sin descolgarse aún más del Atlético de Madrid.

·Un Madrid con muchas bajas y pocas alternativas

El equipo viajó solamente con 17 jugadores, tres de ellos porteros, debido a las numerosas lesiones, y contando con canteranos como Víctor Chust, Diego Altube y Marvin. Este último jugó los últimos 15 minutos, y ayudó a culminar la remontada con el gol de Varane en el minuto 84. Otros futbolistas menos habituales últimamente, como Vinícius, Nacho u Odriozola, salieron de inicio como alternativas a las bajas en sus posiciones.

·Volvió a costar arrancar

El Real Madrid no empieza enchufado. Le cuesta mucho meterse en los partidos, y es que poco hubo en los primeros 45 minutos. Un tiro lejano de Benzema y sin mucha solidez atrás. Cerca estuvo de adelantarse el Huesca con un tiro al larguero, antes de que lo hiciera mediante un golazo de Galán, al que le sucedería otro disparo al palo que pudo significar el 2-0. También apareció Courtois, cómo no, para salvar al equipo. La lucidez del equipo blanco llegaría poco después, tras el empate, cuando las ocasiones se sucedieron (mejor tarde que nunca) y la remontada acabó llegando a pocos minutos del final. Reaccionando tarde, a duras penas, contra el colista y gracias a dos rechaces, pero la victoria llegó.

Fuente: Real Madrid
Fuente: Real Madrid

 

·Poca pólvora en ataque

El goleador del equipo tuvo que ser un central. Eso lo dice todo. De los atacantes, solamente Benzema disparó, y sin mucho acierto. Al francés le faltó eso, pero es que sus acompañantes en ataque, Vinícius y Asensio, ni siquiera tiraron en todo el encuentro. Puede inducir a error, porque sus actuaciones fueron positivas, participaron y aportaron al equipo, pero para ganar un partido hace falta marcar goles, y ese es el pero que podemos ponerles, que quizá sea necesario que busquen y encuentren portería en más ocasiones, para no vivir al límite y dependiendo de la suerte. Entraron desde el banquillo Mariano y Marvin, en ataque, este último con mejor actuación que el primero.

Esta semana que viene, el Real Madrid tendrá que recibir al Getafe y visitar al Valencia, choques siempre duros para los que no hay margen de error. Con suerte, las bajas no serán tantas, pero los de Zidane tendrán que recuperar su mejor faceta para no pinchar y aumentar la distancia de diez puntos que tiene con el Atlético de Madrid, y siempre con un ojo puesto en el choque contra la Atalanta, de octavos de final de Champions, a finales de mes.