Tras tres años en su aventura norteamericana en la NBA (Oklahoma City Thunder), Abrines se convirtió en agente libre debido a problemas personales. Sin embargo, el FC Barcelona lo arropó de nuevo, y volvió a la que ya fue su casa. En el día de ayer, levantó su segunda Copa del Rey. Aunque no fue uno de los mejores encuentros de Álex en cuanto estadísticas, tuvo un gran peso en el juego del equipo. El mallorquín logró anotar 8 pontes y ganar 2 rebotes.

Pocos minutos después de que sonara el pitido final, el jugador culé salió a hablar delante del micrófono. Antes de analizar su rendimiento durante los cuatro cuartos, quiso dedicarle el título a su difunto abuelo, que lamentablemente lo dejó hace poco. Según las palabras del propio Abrines, quien estaba muy emocionado, él estaría muy orgulloso de su éxito. "Hace poco que mi abuelo se fue, estaría muy orgulloso de mi y quiero dedicarle este partido y esta copa que es suya.

Hablando ya de lo sucedido en la pista, destaca su buena relación con "Saras". El técnico lituano, le recordó el pinchazo que sufrió y le dijo que todo el daño era mental. Además, el propio Abrines reconoció su buen trabajo defendiendo a Carroll, el cual quedó anulado del partido completamente. "Lo he hecho lo mejor que he podido, sabía que era mi trabajo, y me he centrado más en parar a Carroll que en el ataque. También me han entrado los tiros, y simplemente había que pensar en la defensa. Finalizó su estancia ante las cámaras recalcando a que nivel puede llegar este Barça. Para Abrines nadie les puede parar si siguen con el actual ritmo y fija su próximo objetivo en Europa.