Hubo algo el sábado antes del partido que me tenía inquieto, una sensación de que la victoria ante el Guijuelo había sido tan solo la obra de un frágil castillo de naipes el cual, ante la más mínima ráfaga de viento, se podía ir abajo; me resultaba normal esa sensación, la clasificación está muy apretada y hay muchos equipos con objetivos aún pendientes de consolidar, por no decir todos, una clasificación así y los pocos puntos que quedan en juego hacía ver que el Deportivo tenía que ser raudo en su reconstrucción si no quería que el viento volara las cartas puestas en equilibrio la jornada anterior.

Pues bien, no solo las cartas volaron, no solo se desmoronó el castillo, no solo vino un leve viento, si no que las cartas se perdieron en el aire, el viento fue huracanado y el Deportivo se ve a las puertas de la 4ª División, Segunda RFEF o como lo quieran llamar, no hablo de ya de Tercera (Quinta), porque, por un lado, se me parte el alma y, por otro, no veo tan probable que suceda eso (O al menos deseo ver).

Yo quiero pensar que todo esto es un error por nuestra parte, que este equipo no es nuestro Depor, que nos hemos liado y hemos visto los partidos de otro club esta temporada que, casualmente, se parece al nuestro, que el Deportivo de la Coruña sigue por ahí, jugando las semifinales de Champions, ganando la Liga y la Copa y que simplemente nosotros somos muy despistados; que cruel es el destino y el fútbol, no nos merecemos esto.

Ferrol fue el lugar donde el transatlántico herculino encalló por 5ª vez esta temporada, es muy duro pensar que hemos perdido un tercio de los partidos jugados este año a sabiendas de las expectativas, el deportivista más receloso podía pensar que esta categoría nos iba a costar y que era probable pasar por el “purgatorio” de una Segunda B PRO, ahora enserio ¿Había algún deportivista tan pesimista como para pensar en un descenso a 4ª? Lo dudo muchísimo.

Es curioso, porque el partido no fue tan malo como he visto al Depor en otras ocasiones, se demostró, de nuevo, que el mejor del equipo es Héctor Hernández y es que el chaval estuvo a todas en la primera mitad, Raí tuvo una clarísima de mano a mano pero parece que si no nos borramos nosotros nos borran los árbitros y no me gusta hablar de árbitros, menos en esta categoría porque ya seguía la Segunda B desde hace unos cuantos años y sé cómo andan, si subimos a PRO (A Segunda me parece inviable a todas luces), espero que la Federación mejore el nivel de esta gente, porque ayer estuvieron a uvas en varias.

El gol del Racing Ferrol en la segunda mitad me recordó mucho al que nos metió el Coruxo jornadas atrás, centro al área, dos jugadores del Ferrol más solos que Riazor cerrado, control y para dentro ¿No hemos tenido meses suficientes para aprender a defender un baló aéreo? Rubén, muchacho, me da a mí que “el periodo de adaptación” se te ha acabado hasta con prórrogas, si solo viera falta de ganas o de calidad pues solo miraría a los jugadores, pero hay errores tácticos evidentes como el del gol, con lo cual no me quedan más opciones que mirar, al menos en esta ocasión, al banquillo.

La respuesta por parte del Depor no se hizo esperar y digo que no se hizo esperar porque, literalmente, no había nada que esperar, si no llega a ser porque Lucho no es mal portero y porque Mujaid y Bóveda cumplieron a nivel defensivo nos caen 4 fácil, porque no se estaba generando absolutamente nada y el Ferrol se sentía muy cómodo ante un rival el cual estaba más pendiente de asimilar como había llegado hasta esa situación que de intentar darle la vuelta; en el último tramo el Depor arreó un poco gracias a la aparición de Keko como revulsivo, pero no llegó ni siquiera el empate y se consumó la catástrofe.

Quizá lo mejor de todo esto es que los siguientes partidos son contra unos convalecientes Pontevedra y Celta B, no descarto que sea peor el remedio que la enfermedad, pero es mejor que jugártelo todo contra tres de arriba, igualmente, tenemos que buscar como sea esos 6 puntos los cuáles nos permitan llegar en una posición ventajosa a la segunda fase y así poder subir a Primera RFEF, viéndolo desde la óptica del mal menor, claro está, porque lo único que es cierto es que esto está siendo indigno para todos los que estamos viendo nuestro barco, construido con el esfuerzo de miles de deportivistas, se hunde en el cajón de sastre de la Segunda B, podrán decir los medios de comunicación lo que quieran, podrán ocurrir todas las cosas del mundo, podrá hundirse la playa de Riazor ante nuestros pies o podrá salir Poseidón a jugar contra el Pontevedra la semana que viene si quieren, pero la realidad, la única realidad es que, como como amantes de este sentimiento, el cual lleva latiendo 114 años, no nos merecemos esto.