Semana de partido importante en Santander. El buen juego del equipo, junto a la presencia de más de 4000 gargantas en El Sardinero, presagiaban un encuentro por todo lo alto para alcanzar una de las tres plazas que dan acceso a la pelea por el ascenso en este subgrupo. O al menos, eso parecía. 

El Racing de Solabarrieta salió con su 11 de gala que ya la mayoría conocemos de memoria, con las únicas bajas de Camus, Matic y Gerson por lesión. Sin embargo, es un equipo que luce mucho más con balón como ya avisó Soko entre semana, y el planteamiento inicial no fue por esa línea. Entrega total de la posesión a los visitantes mientras los verdiblancos esperaban agazapados para salir a la contra con la velocidad de Soko, Torre y Bustos.

Pese al evidente riesgo de dejar a los pupilos de Xabi Alonso actuar por donde más cómodos se sienten, lo cierto es que se sufrió poco atrás liderados por un sólido Mantilla. De hecho, la primera gran ocasión fue local tras una buena combinación de Cedric (que va a más) con Torre que el ariete nigeriano no acertó a rematar entre los 3 palos. La Real por su parte tuvo un mano a mano tras pérdida de Riki que Lucas Díaz achicó de forma providencial recordando maneras del mismísimo Ter Stegen (salvando las distancias).

Segundo asalto

Tras el paso por vestuarios, el partido prosiguió por los mismos derroteros en los que los locales presionaban tímidamente sin poner en mayores aprietos a los rivales (parecía que apretando se podría conseguir un fruto mayor), mientras que a los donostiarras les seguía costando alcanzar el área de Lucas Díaz con claridad. Tras otro buen robo local, Pablo Torre conducía hasta caer en la frontal con subida de isquios, gemelos y hasta de colesterol. Su mayor desgaste en la presión y la tensión propia del partido le pasó factura dejando el sitio para Álvaro Cejudo. Minuto 56 y el partido se empezaba a acelerar. 

Parece que la Real acusó también el paso de los minutos y bajó el ritmo de balón, otorgando a los racinguistas un mayor control de éste y ataques más continuos y vertiginosos. Un remate del propio Cejudo fue el preludio a la entrada de Jon Ander y Traver (por Soko y Cedric) que dieron continuidad a estos buenos minutos racinguistas, con un disparo de Bustos que lamía la cepa izquierda de la portería defendida por Unai Ruiz. Difícil saber cuánto guión de este partido estaba escrito  en la libreta de Aritz, pero lo cierto es que el Racing había contenido a la Real otorgándoles todo su poder y ahora les tocaba contraatacar con la sensación de que habían llegado mejor al tramo final. 

Trágico final

 

Luan Cappani entró en el último cuarto de hora por Bustos para dar el último arreón a los locales que, jaleados por los 4000 del Sardinero, parecían creer en que la victoria era posible. La pregunta es; ¿Habría sido posible ir a por ella así desde el inicio?. Riki, que había estado intermitente a lo largo del partido, emergió como faro central para guiar a los suyos hacia el gol, con la colaboración de Cejudo, Jon Ander (fresco e intenso) e incluso Isma López, que firmó un gran encuentro.

Sin embargo, el gol local no llegó y, cuando los visitantes daban por bueno el punto perdiendo incluso tiempo en cada acción, un buen centro por la banda derecha encontró rematador en el área pequeña hasta dos veces seguidas (tras sendos paradones de Lucas Díaz), hasta que Ezkurdia mandó el esférico al fondo de las mallas (0-1, min. 89)

Final aciago para los intereses racinguistas, que plantearon un partido extraño a 20 minutos dejando al aficionado con la sensación de que había equipo para algo más. Ahora, las opciones de quedar entre los 3 primeros pasan por ganar los 3 encuentros resultantes y esperar un pinchazo de los de arriba. Un premio pobre para este equipo que por desgracia no viene de este partido, sino del nefasto inicio de campeonato. Por si acaso, a lograr el máximo número de puntos posibles ya con la "vía larga" en la recámara para entrar en la Pro. Para ello, centrémonos en lo que se pueda mejorar con los que están, y no en lo que se hizo mal hace unos meses.

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