La temporada encara ya su recta final y más decisiva, con un Granada CF con dos caras muy diferentes. Mientras asombra a toda Europa en su debut en competiciones continentales, en la Liga el conjunto de Diego Martínez está acusando el cansancio, la fatiga y, sobre todo, las lesiones, que son una realidad en la temporada más bonita y más dura del conjunto nazarí en sus 90 años de historia.

Y es que a pesar de que el equipo andaluz es el quinto mejor local en Liga, pues ha cosechado siete victorias, tres empates y tan solo tres derrotas en el Nuevo Los Cármenes, los números lejos de tierras granadinas son bien diferentes, pues el Granada es el peor visitante de la Liga, ya que ha obtenido tan solo dos victorias y tres empates y ha sufrido ocho derrotas, algunas muy dolorosas como un 3-2 en El Alcoraz ante el Huesca o un 2-1 en el último minuto esta última jornada en el Nuevo San Mamés ante el Athletic Club.

Todo ello puede achacarse, en gran parte, a la poca solidez defensiva mostrada por el conjunto granadino en los últimos meses, algo que en las dos temporadas anteriores con Diego Martínez al frente había sido uno de sus puntos fuertes. Además de ello, el haber llegado a cuartos de final de Copa del Rey, seguir vivo en Europa League, no saber el futuro institucional del club y que sucederá con la renovación de Diego Martínez y, quizás, el factor suerte que en cierta medida se ha perdido, son factores que pueden influir para que el Granada se haya lastrado en exceso fuera de su feudo, algo que no quita la temporada histórica que están realizando los de Diego Martínez, que aun tienen tiempo para intentar cambiar la dinámica fuera de su estadio en Liga y, por supuesto, seguir haciendo historia en Europa.

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