El inusual planteamiento táctico de Zidane que descolocó a propios y a extraños, fue el punto de partida de un encuentro que, de a poco, se fue complicando para los merengues en Valdebebas, y es que los de blanco sufrieron de más contra un Elche que supuso una piedra en el zapato que -¿Quién si no?- Karim Benzema habría de sacudir.
La visita supo complicar el trámite del juego al conjunto blanco, que de entrada se notaba incómodo en el terreno de juego con la línea de tres centrales buscando dar libertad a sus laterales y en la que destacó la siempre valiosa vuelta de Sergio Ramos, pero la disposición táctica parecía frenar a Mendy y a Lucas Vázquez que carecieron de profundidad; es curioso como el fútbol puede ser tan caprichoso que evite que la teoría y la práctica vayan de la mano.
Las rotaciones de Zidane tanto en nombres como en planteamiento no surtían efecto y el Madrid parecía estar tirando la Liga en Valdebebas tras el gol que puso adelante al Elche. Con su actuación de esta jornada, el Madrid ha confirmado dos cosas: primero, que Modric y Kroos no tienen recambio natural y segundo, que Benzema no se esconde, no baja los brazos y no quiere tirar la persecución por la Liga.
Y es que el conjunto blanco no había tenido que apurar para ganar un partido de la Liga en el tiempo de descuento desde hacía cinco años, cuando Sergio Ramos fiel a esa costumbre de apersonarse en los minutos finales dio los tres puntos al Real Madrid en el “90 y Ramos” (91’ 52”).
Benzema, que no es un “killer” como suele demandarse de aquel que porte el 9 en dorsal merengue, fungió de asesino silencioso. Después del gol con el que Dani Calvo ponía contra la lona a los suyos, se hizo presente en dos ocasiones, la primera al 73’ emparejando los cartones y en último suspiro, combinando de forma extraordinaria con Rodrygo y culminando con precisión de billarista para así asegurar los tres puntos a la causa madridista y, de paso, recortar distancia con relación al Atlético de Madrid que más tarde empató su duelo de esta jornada.
Así pues, con su ingreso al campo, Modric y Kroos le cambiaron la cara a un Madrid que estaba por estrellarse y Benzema encontró en el croata y el alemán a los socios perfectos para acometer una vital remontada con un par de tantos en menos de 20 minutos y mantener con vida la esperanza de un eventual bicampeonato liguero.
Un doblete de Benzema que pone en 20 sus goles conseguidos en lo que va de la campaña, cosecha goleadora que representa nada menos que un tercio de los 60 goles que ha marcado el Real Madrid en lo que va de temporada.