El conjunto pucelano vuelve a sentir el regustillo agridulce después de la visita a El Sadar. El duelo ante Osasuna, rival directo de los blanquivioletas, terminó en tablas y con mal sabor de boca para los visitantes, ya que generaron ocasiones claras para abrir el marcador y no supieron finalizar de forma óptima. A pesar de la plana actuación del equipo, el punto conseguido a domicilio aleja momentáneamente al Real Valladolid de la zona de peligro.

Característico del bueno de Sergio González, el Pucela mantuvo el mismo esquema que le ha ofrecido buen rendimiento en los últimos partidos. En este caso, el papel protagonista en los visitantes fue para la defensa, que se mostró firme y sólida en todas las fases del juego y logró sumar una nueva portería a cero esta temporada. Cabe destacar las intervenciones de ambos laterales, Olaza y Janko, que se incorporaron continuamente al ataque para crear superioridad por las bandas y así poder asediar el área rival a base de centros a los compañeros.

No se puede decir lo mismo de los perfiles creativos del conjunto vallisoletano. Que el equipo no generase dominio en el juego fue culpa en gran parte de la homogeneidad de los centrocampistas. Roque Mesa, que llegaba de ser nombrado jugador cinco estrellas por la afición, tuvo una mínima participación en el encuentro y no pudo conectar con los futbolistas situados en la zona de tres cuartos. “El poeta” Fabián Orellana fue de los principales señalados por el empate de los blanquivioletas, ya que el chileno encarnó las ocasiones más claras para conseguir la victoria fuera de casa.

El Real Valladolid concluye la jornada en el decimosexto puesto con 26 puntos. Ya centrados en el siguiente choque, el conjunto pucelano recibirá al Sevilla el sábado 20 de marzo a partir de las 21.00 horas.