La vuelta de Sergio Ramos tras su operación era una de las incógnitas con las que tuvo que lidiar el entrenador, Zinedine Zidane. El sevillano es una de las piezas clave del equipo y su presencia -y todavía más su ausencia- en el terreno de juego no pasa desapercibida. El encuentro contra la Atalanta no fue una excepción: no solo lideró a los suyos, sino que además marcó el 2-0 transformando un penalti. 

Sergio Ramos y los penaltis

La historia entre Sergio Ramos y los penaltis se ha ido consolidando con los años. Desde esa vuelta de semifinales en 2012 contra el Bayern Múnich, en la que mandó el balón por encima del larguero -y que supuso la eliminación del Real Madrid de la Champions a las puertas de la final-, hasta ahora, que ha marcado los últimos 19 penaltis que ha tirado con la camiseta del Real Madrid. El último que falló fue el 9 de 2018, y desde entonces ha hecho pleno. 

Contra la Atalanta era importante no fallar: estaba en juego el pase a cuartos. Y Ramos no lo hizo: Vinícius lo provocó y el capitán lo transformó. Tras el encuentro, admitió que “Panenka siempre es algo que esta presiente, pero no era opción para hoy"; al final,  "Era importante marcar el segundo gol porque no se puede subestimar a ningún rival". Resultó bien, porque consiguió su objetivo. "Estoy contento por volver a jugar la Champions y contribuir con un buen rendimiento a mi equipo”, añadía el andaluz. 

Lo cierto es que la vuelta de Sergio Ramos ha sido lo que necesitaba el equipo, y contra la Atalanta se vio. Con él sobre el terreno de juego la cosa cambia: las últimas dos experiencias en Champions el Real Madrid cayó eliminado y el sevillano no estaba jugando. Pero ya está aquí y su penalti permitió que su equipo siga soñando con Europa.