Su producción goleadora durante el pasado mes de febrero le ha servido para ser elegido por los aficionados del RC Celta como mejor jugador del mes del equipo. Santi Mina luce orgulloso con este premio, un reconocimiento a su crecimiento futbolístico y gran momento de forma en los últimos encuentros.

Punto de mira afinado

Tres goles repartidos en dos partidos el mes anterior: el tanto que abrió la lata en el empate a dos contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano y el doblete que le endosó al Elche en la última victoria del Celta de Vigo en casa.

Santi Mina es la referencia en ataque del cuadro vigués, el futbolista que se pelea con los centrales rivales, el que estira al equipo y el que permite que Iago Aspas pueda jugar liberado. El joven artillero de 25 años ha empezado a coger galones y a tirar del carro ante la sequía goleadora del de Moaña, que aún no ha visto puerta en 2021

Iago Aspas celebra un gol con Santi Mina | Imagen: LaLiga
Iago Aspas celebra un gol con Santi Mina | Imagen: LaLiga

"Tengo la suerte de jugar con Iago, uno de los mejores delanteros actualmente"

Sin embargo, Santi se deshace en elogios hacia su compañero. “Siempre te fijas en los mejores delanteros y actualmente en el equipo tengo a uno de ellos, a Iago. Me fijo mucho en él”, reconoce el ex valencianista. Además, admite tener la suerte de “ser su amigo” y “aprender mucho” de él.

Mejor rendimiento

El que fuera internacional en categorías inferiores con España ya suma 6 goles en 24 partidos de Liga esta temporada, los mismos que anotó en toda la campaña anterior. Esta ostensible mejora está directamente relacionada con un nombre propio: Eduardo ‘Chacho’ Coudet.

Santi Mina recibe instrucciones de Coudet | Imagen: LaLiga
Santi Mina recibe instrucciones de Coudet | Imagen: LaLiga

"Personalmente, me ha dado mucha confianza y le estoy muy agradecido"

“Nos ha inculcado muchas cosas positivas a nivel de juego y a nivel personal. Me ha dado mucha confianza, por lo que le estoy muy agradecido”, confiesa el ‘22’ celeste. Esta confianza colectiva e individual se traduce en que el conjunto olívico esté en una posición “tranquila”, pero con la “ambición” de luchar cada fin de semana para llegar “lo más lejos posible” y, sobre todo, conseguir la permanencia “lo antes posible”.