Un derbi vasco siempre es diferente, aunque sea un derbi de dos equipos que hasta ahora solo se habían enfrentado una vez en primera. Por ello, la Real tenía ante sí un difícil encuentro ante uno de los equipos más sólidos de la categoría.

Como es habitual las locales salieron con personalidad, buscando demostrar su buen manejo de balón e intentando conseguir crear las primeras ocasiones del partido. Pero el Eibar no se arrugó. Las armeras son un equipo muy seguro que sabe a lo que juega, que son capaces de cerrarse muy bien, y sobre todo de salir como balas a la contra por medio de jugadoras como Kgatlana.

  • Gol tempranero

Las primeras tentativas realistas se encontraron con una gran Malena, guardameta del Eibar que hizo un gran partido. Y sin tiempo para mucho más llegó el gol de las visitantes, en el minuto 18, obra de Sara Navarro, algo que dio una gran moral a las visitantes y provocó que estas se convencieran de su planteamiento. Las realistas intentaron buscar las ocasiones por medio de la posesión del balón pero el bloque armero era difícil de penetrar. Sin más cambios se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó parecido a la primera, con una Real más agresiva, en busca de empatar el tempranero gol de las visitantes, pero poco a poco se le fueron acabando las ideas y apagando el motor. Mientras, el Eibar no solo se limitaba a defender, sino que pudo sentenciar el partido en varias ocasiones fruto de salidas a la contra tras perdidas relistas. El transcurso del partido fue parecido en todo momento, lo que acabó con las txuri-urdin yéndose de vacío del partido y con un Eibar que gana moral y se coloca en una cómoda décima posición que le mantiene lejos de los puestos de abajo.