El Racing afrontaba su primer partido de post-liguilla ante la modesta SD Tarazona con los ánimos inciertos tras la remontada ante el  Amorebieta y a su vez confirmarse que no lucharán por el ansiado ascenso a la LFP.

Las semanas pasan y con ellas se va diluyendo el plan de juego de Aritz Solabarrieta. El técnico racinguista no da con la tecla y las carencias tácticas de este equipo son evidentes, tanto para defender (especialmente a balón parado) como para crear juego. Una presión totalmente ineficaz permitía a los locales superar líneas y llegar a posiciones de ataque con facilidad. Fruto de estos desajustes llegaba el 1-0 a balón parado: Falta a media distancia colgada con precisión que el delantero turiasonense Santigosa remataba al fondo de las mallas totalmente solo (min. 18). Por si fuera poco, unos minutos después Mantilla se enredaba con el balón y Ballarín estuvo muy rápido para robar y marcar el 2-0 ante Lucas. Hasta el canterano, que tantos fuegos apagó durante la temporada, no estuvo fino hoy. 2-0 y sin atisbo de reacción (min. 34).

Sin embargo, otro canterano (Pablo Torre, que estuvo especialmente participativo) recibió un buen balón en 3/4, donde se mueve como pez en el agua y asistió a Cedric para que, sin apenas despeinarse, subiera el 2-1 al marcador (min. 43). El control fue medio gol y el nigeriano sabe marcarlos. 

A vestuarios mejor de lo esperado

 

Tras el descanso el partido continuó por los mismos derroteros, con la sensación eso sí de que la calidad individual del Racing era muy superior, pero que el baño táctico del Tarazona estaba siendo importante. Tras varias llegadas alternas y un carrusel de cambios (se pasó a defensa de 3  sin Ceballos ni Isma López, que no estuvieron finos a la espalda), un rechace bajo palos a tiro de Traver acabó con un zapatazo de Nana desde el pico del área que se coló por la mismísima escuadra (2-2, min. 59). El ghanés, que fue una de las sorpresas del 11, cuajó un partido muy decente en defensa aunque le sigue faltando rodaje y confianza con el balón en los pies. 

El gol llegó con media hora por delante y el sueño efímero de una remontada. Sin embargo, el cambio de Cejudo por Pablo Torre diluyó al Racing y la SD Tarazona consiguió imponer su juego gozando de las  mejores ocasiones, con un latigazo al larguero y hasta 3 paradones de Lucas Díaz que el entrenador local calificó de "otra categoría" en rueda de prensa. Reflejos felinos del hispano-suizo que en cuanto coja confianza para imponerse en las salidas le pueden convertir en, efectivamente, un portero de otra categoría.

Como guinda al partido "loco", una buena internada de Traver por banda en el último minuto le permitió anticiparse en el área y forzar que le arrollaran. Al árbitro le dió la risa y se ahorró pitar un penalty que, aunque justo, no habría reflejado en absoluto lo vivido en el Municipal de Tarazona. 2-2 y parece que el Racing sufrirá más de la cuenta para confirmar su presencia en 1ª RFEF. Su mayor enemigo; él mismo.

 

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